jueves, 27 de noviembre de 2014

Medium.

Puedo ver a los muertos.
Nunca se lo he dicho a nadie, porque no me creerían, con el paso del tiempo he aprendido que la gente no entiende lo que hago. Los muertos les dan miedo, porque piensan que son crueles y peligrosos.
Pero no es así.
Son agradables, simpáticos, pero la mayoría están muy tristes. Desde que mueren vagan solos, sin otra cosa que hacer más que contemplar el mundo que se desarrolla a su alrededor y soñar con alguien con quien por fin puedan hablar.
Yo soy ese alguien y, cuando me encuentran, se alegran muchísimo. Muchos de ellos llevan siglos solos y tienen cientos de historias interesantes que contarme. A mí no me importa escucharlas, me encanta conocer historias y gente nueva... aunque esté muerta.
La verdad es que no tengo muchos amigos vivos. La gente de mi edad suele pensar que soy rara y a menudo el brillo de mis ojos, que parece de estrellas, les resulta demasiado extraño y se alejan de mí. Pero yo estoy bien, soy feliz en mi universo lleno de cosas que nunca se mantienen igual. Me gustan los cambios, hacen la vida interesante, y me gusta la gente con la que estoy, aunque los demás no puedan verla.

Lo importante es que yo sí, y no me arrepiento de ello.



Siento haber tardado tanto en escribir algo más o menos decente, pero comienzan los exámenes y no tengo otro remedio que montarme intensivos de estudio, lo siento. Os quiero.

viernes, 14 de noviembre de 2014

Cadena de recuerdos #7

PARA SHIINNA, UNA DREAMER ÚNICA

Como quizá algunos ya sabréis, Shiinna Vidal, del blog Boulevard of Broken Dreams Histories, se ha marchado hace unos días de la blogosfera. Por ello, algunas de mis compañeras Dreamers (pertenecientes al grupo que ella fundó) y yo estamos haciendo esta cadena de recuerdos en su honor.


Recuerdo bien el día en que conocí a Shiinna. Bueno, miento, no es el día el que recuerdo bien, sino la manera en que la conocí.
Fue a través de un comentario, como muchas de mis Dreamers. En él, me anunciaba que me había nominado a dos premios, y que el motivo era que de verdad le había gustado mi blog.

“¡Hola! Quiero decirte que estoy pasando por varios blogs a dejar un granito de arena. El tuyo me ha conquistado, es hermoso, pulcro, bien organizado y tiene un contenido que merece la pena ser apreciado por todos. Por todas estas razones y muchas más, he decidido nominarte a un Liebster Award y a un premio Dardos. (...). Recuerda: Nunca desistas de tus sueños. ¡Dos besos!”

Imaginaos mi felicidad cuando lo leí: yo, con mi blog enano; yo, que fluía por Blogger desesperando por un comentario; yo, que sólo empezaba en el mundillo de los premios... ¡tenía un blog que le gustaba tanto a alguien! La ilusión que siempre sentía por los comentarios bonitos se vio incrementada por este.
Así pues, corrí rauda y veloz a hacer la entrada del premio y, cuando me encontré con BouOfBroDreams (siempre llamo así a su, ya desaparecido, blog), me enamoré. Primero, por el diseño: era dulce, agradable, como el interior de un cuento de hadas (yo lo veía así, ¿vale?, vale) y, segundo, por la música, me encantaba la música que tenía: recuerdo claramente cómo me puse a escribir la entrada con su lista de reproducción sonando, y no la pare en ningún momento. Además, gracias a su comentario, ya veía a mi futura abuelita Dreamer como una persona encantadora... sólo un comentario y ya me caía bien.
Comencé a seguir su blog y, un día, vi una entrada que me llamó la atención: Shiinna inauguraba un grupo de Whatsapp “Wapp Dreams” y nos invitaba a todos sus seguidores a unirnos. Guiada por un impulso mandé un e-mail con mis datos y, el 20 de Julio, me convertí en una Dreamer más.
Así conocí a mis niños blogueros (o al menos, a la mayoría). Cuando entré, sólo éramos cinco o seis, y nuestro humilde grupo ha crecido muchísimo en todo este tiempo. Nunca se ha podido decir que estuviera muy metida: no soy la que más hablo, ni la que más ha participado en las iniciativas propuestas, ni la que más relación establece con el resto... Pero sí que he conocido a gente maravillosa, he reído, me he sentido apreciada, he pensado y he conseguido cosas maravillosas como hacer crecer mi pequeño blog o conseguir una madrina fantástica. Y todo gracias a Shiinna.
Ella es maravillosa, una persona increíble. Recuerdo especialmente sus esfuerzos por ayudarnos a todas, por hacer que nos sintiéramos bien y saliéramos adelante con nuestros pequeños rinconcitos en la web; ese punto gracioso y especial que le daba a la mayoría de sus entradas; cómo aparecía siempre con algún consejo ante cualquier problema y su bondad y pacifismo. De hecho, mientras pienso en todo lo que destacaría de ella, no he conseguido encontrar ningún momento malo... supongo que eso dice mucho, ¿no?
Para terminar con la excursión por mis memorias, quiero destacar su pasión por “Mírame y dispara” de Alessandra Neymar, y su política de siempre, siempre, SIEMPRE hacer las entradas de los premios y, más importante si cabe, NOMINAR a gente en cada una de ellas (yo no lo hago, lo siento). Pienso que Shiinna es una persona que siempre se preocupa por los pequeños blogueros que circulan por la red, por darles a conocer, por que se conviertan en unos grandes... creo que ese es el motivo de su política, y me parece un motivo precioso.
Si hay algo por lo que, para mí, estamos unidas, a parte de mi madrina Gin (que antes fue su ahijada, lo que convierte a Shiinna en mi abuelita), es que las dos somos Hufflepuff de corazón. A lo mejor os parece una tontería, puedo entenderlo, pero para mí es importante. Como buena friqui que soy, me siento muy orgullosa de ser Hufflepuff y me alegró de verdad ver que ella también estaba contenta de serlo, dada la mala fama que suelen tener los tejones. Por eso estoy poniendo gifs de Cedric Diggory, sí.
Gracias Shiinna, por todo: por quererme, por ayudarme siempre, por animarme a continuar, por tu cariño y tus risas, por tu amistad... por ser como eres.
Tus Dreamers te queremos mucho.


Recuerdo anterior: Eider

Recuerdo próximo: Andy

                   

martes, 11 de noviembre de 2014

Microcuento #1: Luchando sola.

Aprendió que no se puede confiar en nadie, que sólo puede fiarse de ella misma.

La traicionaron tantas veces que la hicieron cenizas.

domingo, 9 de noviembre de 2014

Mi otro yo.

Como en todo los fan-fiction, he de decir que ninguno de los personajes y escenarios mencionados en la siguiente entrada me pertenecen, siendo todos ellos propiedad de J. K. Rowling por su obra Harry Potter.
También me siento obligada a mencionar que TODO este escrito se sustenta en un SPOILER y que lo sufrirán todos aquellos que no hayan leído los siete libros o visto las ocho películas. Pido mis más sinceras disculpas si alguien ha caído en él antes de la escritura de estas palabras.

Hola, Fred.
No sé qué estoy haciendo, me siento idiota escribiendo esto, menuda estupidez... Hermione ha dicho que puede ayudarme, ojalá sea verdad.
Te echo de menos, te echo muchísimo de menos. Jamás me he sentido tan solo, tan triste. No me apetece hacer nada; todo lo que hago, aunque sea levantarme a cenar, me supone un gran esfuerzo porque tú no estás aquí. Estoy seguro de que no me sentiría así si esto fuera temporal, si supiera que vas a regresar.
Pero es que no vas a volver.
Me cuesta hacerme a la idea, aún no consigo asimilarlo. Cuando estoy desprevenido, cuando bajan mis defensas, pienso que aún estás aquí, que en seguida aparecerás tras cualquier esquina, pero entonces me doy cuenta de la realidad. Es horrible, odio esto, ¿por qué ha tenido que ocurrir?, ¿qué hemos hecho para merecerlo? Todo esto es demasiado duro, no puedo soportarlo.
Me siento vacío sin ti, hermanito, siento que me han robado una parte de mí, y no entiendo nada. No entiendo este dolor que llevo dentro; esta angustia; esta sensación de que ya no soy yo, porque mi “yo” éramos nosotros, y tú ya no estás.
Ahora mismo vivo en la Madriguera, no me quiero ir para no dejar sola a nuestra familia, todos están aquí. Mamá es la que peor lo está pasando, llora mucho, pero intenta que no la veamos; el resto tampoco estamos bien, pero intentamos mantener la compostura por ella; yo no lloro, la gente dice que ni siquiera parezco vivo, pero llorar no lloro.
Harry y Hermione también están aquí, no se han marchado a pesar de que ya han pasado un par de días desde tu entierro. Harry apenas habla y come menos, creo que se siente culpable pero, como con todo, no me he sentido con fuerzas para preguntarle; Hermione intenta levantarnos a todos ella sola, de hecho, justo ahora me está observando desde la cocina, para comprobar que de verdad sigo su consejo. ¿Crees que luego leerá esto?, seguramente sí.
Menudo panorama, qué desastre, si lo sé no digo nada... pero, ¿qué esperabas? Has dejado un hueco demasiado grande. Esta casa, “Sortilegios Weasley”, nuestra familia, la vida misma nunca será lo mismo sin ti; le falta color, le falta alegría, le falta una esencia tan importante y fundamental que ni siquiera sé cómo definirla. Te echamos de menos, Fred, demasiado, desearía que todo esto no fuera más que una pesadilla, odio la guerra.
Pero no te preocupes, hermanito, nuestra familia es fuerte, saldremos adelante. Avanzaremos, nos levantaremos, y llegará el día en que dejaremos de recordarte con lágrimas, para hacerlo con una sonrisa.
En cuanto a mí, lograré sobrevivir: aprenderé a vivir como sólo una persona, en vez de dos; asumiré que estoy incompleto, y funcionaré con la mitad que me queda; haré lo que esté en mi mano para continuar tu legado, para recordar al mundo que exististe, para mostrar que, en algún lugar, se encuentra mi otro yo. Prometo que nunca te olvidaré, que nunca te olvidaremos.
Te quiero, Fred. Siempre juntos.

George.