martes, 30 de junio de 2015

Tal como soy.

Unas nubes grises cubrían el cielo, tiñendo de un triste tono apagado cada espacio en la tierra y envolviendo la atmósfera con el olor que presagia la tormenta. Los árboles del pequeño bosquecito situado al sur se agitaban con la brisa fría de la mañana, un deje del invierno volvía soñador y melancólico antes de dejar paso definitivamente a la primavera.
Lianne caminaba sin prisa, bajando por la ladera que separaba el palacio del río que cruzaba los jardines. Dejó que su cabello, de un descolorido dorado, bailase al viento y cerró por un momento los ojos, para sentir cómo el frío azotaba cada rincón de piel que su largo vestido rosado no llegaba a cubrir. Le habría gustado poder salir descalza, pero su madre no se lo había permitido.
Le gustaba aquel ambiente, ese tiempo invernal que inspira a los artistas a crear sus obras más profundas. Le gustaba cruzar los brazos y sentir cómo las mangas que envolvían sus brazos le proporcionaban calor, experimentando ese extraño placer que implica disfrutar del frío penetrante mientras al mismo tiempo intentamos protegernos de él. Le gustaba el agua, ver circular el río del jardín durante horas, sintiéndose en paz, deseando ser cualquiera de esas gotas que viaja tranquila y despreocupada hasta el mar que es su destino. Realmente le habría gustado ser agua: clara, hermosa y necesitada.
Por fin alcanzó la orilla, y se acurrucó sobre el césped, encogida sobre sí misma. Sí, de verdad le gustaría ser hermosa. No se consideraba bella, nunca lo había hecho: comparada con sus amigas, de ojos intensos y cabellos brillantes bajo la luz del sol, siempre se había visto empequeñecida, atormentada por su melena pálida y sus ojos que, aunque de un agradable azul, parecían opacos y herméticos al igual que el cielo encapotado, como tratando de esconder un alma que se escapaba por las miradas de las demás jóvenes.
Sin embargo, sabía que no estaba sola. Obviamente tenia amigas, y su familia y sus sirvientes estaban siempre a su lado; incluso, con sus quince años, ya había conocido a algún que otro pretendiente. Pero Lianne no podía olvidar quién era: la hija de un influyente duque, toda una figura de la nobleza.
Y como tal, tenía mucho que podía ser utilizado: las demás jóvenes tenían la oportunidad de mejorar su estatus gracias a su relación, y casarse con ella significaba una ventajosa alianza. No sería la primera vez que descubría que una amiga en realidad nunca la había querido, y que aparentaba ser un gran apoyo mientras hablaba mal de ella cuando no podía escuchar. Tampoco le resultaba extraña la sensación de ver cómo una dama de compañía en principio amigable se quejaba con su tía de su carácter tímido y sus pocas palabras. Lianne ya sabía lo que era ser traicionada, y en el fondo de su ser temía que cualquiera pudiera hacerlo.
Si sólo supiera que era querida por ser simplemente ella... con sus defectos y sus fallos, con todas aquellas cosas que la hacían diferente y especial a la vez. Ojalá supiera que alguien a su alrededor la apreciaba así, quizá se sentiría más segura, quizá no viviría permanentemente en la duda de preguntarse quién será el próximo en traicionar, quizá pudiera brillar.
Un leve chapoteo interrumpió sus pensamientos, sobresaltándola. Alarmada, alzó la mirada para contemplar cómo un pequeño cisne recorría las aguas grises del río, sin molestarse en mirarla. Sonrío al verle: aquellos animales siempre le habían recordado a su cuento favorito, El Patito Feo – de hecho, por ello su padre había encargado poblar sus aguas con dichos especímenes años atrás – haciéndole soñar sobre futuros acogedores y aquellos finales felices que tanto adoraba.
Siempre había pensado que su amor por aquel sencillo relato se debía a eso, al merecido final feliz del pobre cisne, pero con el paso de los años descubrió que aquello no era cierto: si había un motivo por el que el cuento se había alojado en su corazón, una única razón, esa era por la vida del cisne, por cómo había pasado de ser un animal triste y marginado por quienes no lo entendían a ser alguien querido, cuando encontró a aquellos que le valoraban.
Y eso mismo le ocurriría a ella, entendió de pronto. ¿Qué más daba si, por ahora, nadie la apreciaba tal y como era?, llegaría el momento, se prometió, en el que sería querida por ser ella misma, y no por representar un beneficio o por pura obligación. Llegaría un momento, si no lo había alcanzado ya, en el que pasaría de ser un patito feo a un bello cisne.
Las nubes parecían haber liberado en cierta medida el cielo, el frío se echaba para atrás, tímido ante el sol. Lianne recogió un mechón de su cabello tras la oreja y, sonriendo, subió por la ladera hacia el palacio.
Mientras tanto, el cisne continuó su camino. Sin inmutarse, tan majestuoso como siempre había sido.




domingo, 28 de junio de 2015

¡Premio!: Lovely Blog Award.

¡Hola mis niños! Hoy os traigo otro premio: un Lovely Blog Award al que me nominó Valquiria de Un libro tras otro. Desde que vi el premio en su blog fue como “¡NECESITO HACERLO!” así que estoy muy muy feliz de que me haya nominado. ¡Gracias!

Las normas de este premio son:
-          Nombrar y agradecer a quien te nominó.
-          Nominar a 11 blogs.
-          Responder a las 11 preguntas formuladas.
-          Hacer otras 11 preguntas a los nominados (no voy a hacer eso, estas que voy a responder me gustan mucho).

Las preguntas formuladas van sobre canciones. Para cada sugerencia una canción, ya sabéis, ¡¡¡¡aunque por eso este premio mola tantísimo!!!!

1.       Una canción que te ponga enferma.
Bailando, de Enrique Iglesias. No es que me ponga enferma, pero el verano pasado sonaba cada cinco minutos en la radio y acabé agotada de ella.

2.       Una canción que despertaría hasta a un muerto.
Born this way, de Lady Gaga. No es que sea una gran fan de Lady Gaga, pero está canción me gusta mucho y creo que viene bastante bien para bailar.



3.       Una canción para dedicar a alguien.
Best thing I never had, de Beyoncé. Es una canción muy bonita y romántica, así que es perfectamente dedicable.



4.       Una canción que te hace llorar.
The best day, de Taylor Swift. Dedicada a su madre, es preciosa e inspira mucho amor y emoción. Realmente estas cosas a mí me emocionan y me hacen llorar.



5.       Una canción de tu grupo preferido.
El secreto de las tortugas, de mi adorada Maldita Nerea. Es mi grupo favorito, y con esta canción los descubrí (para no variar).


6.       Una canción en español.
Sé lo que hiciste el último verano, de Melendi. Personalmente, prefiero mil veces al Melendi de antes por encima que el de ahora, así que utilizaré esto como un pequeño “homenaje”.




7.       Una canción en inglés.
This Afternoon, de Nickelback. También adoro a este grupo (tenía una camiseta suya y todo, pero por algún motivo se perdió y lloro mucho).


8.       Una canción en otro idioma diferente.
Caresse sur l’ océan, de la película de Los chicos del coro. Esta canción me parece mágica y tremendamente bonita e inspiradora, además es en francés y vale para esta categoría.



9.       Una canción de tu infancia.
Breaking free, de la película High School Musical 1 e interpretada por Zac Efron y Vanessa Hudgens. A mí me pilló la etapa de High School Musical, y a día de hoy la gran mayoría de sus canciones me siguen gustando.



10.   Una canción actual.
Rythm Inside, de Loïc Nottet. Fue la canción candidata por parte de Bélgica al festival de Eurovisión de 2015, y decir que me tiene enamorada es poco (¿cómo puede caber tanta genialidad en una sola canción?). Os pongo el directo porque me parece que algunos momentos son mejores que en la canción grabada “normal”.



11.   Una canción que te traiga a la mente un hermoso recuerdo.
Right here waiting, de Richard Marx. Banda sonora de un momento precioso que viví hace no mucho. Como dato de interés, escuché que esta canción es la que canta Jack en el primer libro de Memorias de Idhun, maravilloso *-*



Bien, y aquí llega el momento de nominar, veamos...


Un besito mis niños, nos leemos ^^


miércoles, 24 de junio de 2015

Book Tag: Sugestoes.

¡Hola mis niños! Hoy os traigo un Book Tag al que me nominó mi preciosa Esther Sweet. Consiste en sugerir un libro, una comida, una serie y una película y nominar a blogs (se supone que 10, pero no van a ser 10).
Este Book Tag lo vi en algunos blogs y me hacía mucha ilusión hacerlo, y por fin he sido nominada, gracias. ^^

UN LIBRO
Anna vestida de sangre


Jamás perderé la oportunidad de recomendaros mi libro favorito de todos los tiempos, obviamente. Aunque sí advierto que hay bastante sangre, y algunos muertos y puede que hasta miedo para algunos (yo incluida).


UNA COMIDA
Espaguetis a la carbonara


Son mi comida favorita. El 99% de las veces me los hace mi madre, pero el otro día los hice yo solita y tan mal no estuvieron.


UNA SERIE
Castle


De hecho, creo que es la única serie que de verdad sigo. Me encanta todo de ella.


UNA PELÍCULA
La liga de los hombres extraordinarios.



Vi esta película de pequeña y me marcó, aunque hace mucho que no la veo. Tengo que encontrarla un día de estos, a ver si me sigue gustando igual.

Como ya sabéis, nominar no es lo mio, así que simplemente invito a quien quieras a hacerlo.

o es mucho, pero esto es todo por hoy, un besito, mis niños.

jueves, 18 de junio de 2015

Llévame contigo. Hades y Perséfone.

Con los ojos cerrados, puedo escuchar los sonidos del bosque resonar en mis oídos y sentir cómo los rayos del sol calientan cada centímetro de mi piel; la brisa se cuela entre mis labios entreabiertos, trayéndome desde lejos los olores dulces de la vegetación.
Este lugar es tan extraño... demasiado diferente al mío. No me siento cómodo aquí, entre tanta vida y luz, envuelto en colores que inspiran fertilidad y salud. Yo vivo en las tinieblas, entre las cenizas del fuego que destruye y arrasa y la lastimera tristeza de la muerte; entre monstruos y almas perdidas, dolor y sufrimiento. No estoy seguro aquí, a veces me descubro preguntándome por qué vendré tan a menudo.
- Hades... ¿te encuentras bien?
Abro los ojos, y sobre mí encuentro al motivo por el cual consiento acudir a este lugar cada vez con más frecuencia. Su pálido rostro me observa preocupado, enmarcado entre mechones cobrizos de cabello ondulado, sus ojos, de un verde claro, reflejan toda la luz que nos rodea.
- No es nada – levanto la cabeza de su regazo y me incorporo, de cara a ella – sólo... estaba pensando, nada más.
Enarca una ceja, sabe perfectamente que miento, siempre lo sabe. A estas alturas, ya debería haber aprendido que eso no sirve con ella, que me conoce tan bien que, si pregunta cómo estoy, es sólo para conseguir que diga con palabras lo que ya conoce. Pero, ¿cómo decirle que no me gusta estar aquí, que me siento desprotegido?; por algún motivo, sus sentimientos son los únicos que no quiero dañar.
- Está bien – me rindo, sin otro remedio que confesar la verdad – es este lugar, simplemente.
- Lo sé – su expresión severa deja paso a la tristeza, el pesar de sus ojos se extiende por todo su rostro, un suspiro lastimero escapa de sus labios antes de continuar hablando – lo siento muchísimo, sé que te molesta estar aquí, y que te gustaría que las cosas fueran de otro forma. A mí también, créeme, pero cada vez que trato de escapar mi madre se da cuenta al instante... Oh, cariño, no sabes cuánto lo siento... ojalá hubiera un modo de poder estar juntos, sin tener que venir aquí, ojalá...
- Perséfone, tranquila. Por muy mal que me sienta aquí, siempre acudiré para verte, sólo por eso cualquier pesar al que me someta merecerá la pena.
Lo he conseguido: esboza una dulce sonrisa y me abraza, aparentemente más tranquila. Mientras estrecho su cintura, noto cómo sus dedos juegan distraídos con mi pelo y cierro los ojos disfrutando de la sensación. De pronto, detiene mi mano, obligándome a salir del extraño oasis en el que me he sumergido.
- ¿Y si...?
- ¿Qué? – me separo de ella y la miro a la cara. Está pensando algo, pero no estoy seguro de la dirección que está tomando su mente.
- ¿Y si me fuera contigo?, ¿y si pudiéramos vivir juntos, en el inframundo?
- Creo que ya ha quedado claro que no puedes escapar de aquí...
- ¡Es que no tendría que escapar! – está ilusionada, confía en lo brillante de su idea, se levanta y me mira con la mayor sonrisa de la tarde, maravillada – podría irme contigo, delante de mi madre, delante de todos...
- Una idea fantástica. No me cabe duda de que nos despedirán con laureles y formarán un pasillo para que podamos marchar con todos los honores, será memorable.
- Calla, déjame continuar – no puedo evitar sonreír, me gusta que no sea débil, que se muestre descarada cuando cree que debe hacerlo – Claro que sé que no nos dejarían irnos así como así, no soy estúpida. Debería suceder en poco tiempo, para que no puedan reaccionar... tiene que ser rápido, como... como...
- Como un rapto.
Se hace el silencio entre nosotros. Parece que he dado con la clave, con la solución final, y durante un minuto nos miramos a los ojos, mientras Perséfone valora mi idea. Por su sonrisa de satisfacción, puedo ver que aprueba la idea.
- ¡Un rapto!, ¡sí, es perfecto! – se ríe, feliz – nadie sospecharía nada, no tendrían modo de impedirlo, sucedería en dos segundos. ¡Me encanta! Hades, ¡ráptame!
Por algún motivo, el alivio me inunda y me dejo llevar, riendo con ella. Pero entonces dudo, no quiero que se arrepienta, no quiero que termine odiándome, ella no.
- ¿Estás segura? Piensa en las consecuencias: si lo hacemos, quizá no puedas volver, con todo lo que ello implica.
- Lo sé – se arrodilla ante mí y sostiene mi rostro entre sus manos, con dulzura – sé lo que puede pasar, y estoy dispuesta a asumirlo. Quiero estar contigo, tras todo este tiempo... sé que lo único que deseo es vivir a tu lado, por siempre.
El tiempo parece haberse detenido. Con sus manos en mis pómulos, comienza a acariciarme sutilmente las mandíbulas mientras la luz del sol baila en sus ojos verdes, como queriendo reflejar el increíble misterio que vive dentro de ella, oculto a cualquiera que desee resolverlo. Es tan bella: su nívea palidez, su dulce rostro, adornado por mechones de cabello rojos como el fuego que me recuerdan mi hogar. Es perfecta, mi futura esposa, por primera vez me siento completamente seguro aquí.
Me inclino para besarla justo en el momento en que la llamada de Deméter, inquiriendo la presencia de su hija, nos interrumpe. Perséfone da un respingo, sobresaltada, pero, en vez de correr inmediatamente con su madre, se queda conmigo y me besa en los labios.
- Nos veremos pronto – con su frente sobre la mía, noto cómo suspira – y cuando eso suceda, Hades, llévame contigo.

domingo, 14 de junio de 2015

Videncia.

Temblando, sin saber cómo colocar esos delgados brazos que tanto le acomplejaban, se situó frente a la gitana que prometía adivinar el futuro a la entrada de su tienda. Ella le contempló de arriba abajo, curiosa y aparentemente divertida ante sus nervios evidentes; una sonrisa pícara se dibujó en su hermoso rostro oculto tras el humo del incienso. 
El sudor comenzó a perlar la frente de Pedro, tuvo que colocarse las gafas que resbalaban mientras tragaba saliva, incómodo.
- Así que quieres que te lea el futuro, ¿cierto? – por fin, la mujer rompió el silencio, el cual, al parecer, había estado alargando por pura diversión.
- Sí... sí.
- Bien, siéntate aquí – con un gesto, le ofreció una butaca frente a ella, de manera que entre ellos sólo se interponía una gruesa mesa de madera oscura – leeré tu porvenir mediante la bola de cristal, ¿de acuerdo?.
Señaló un bulto sobre la mesa, una figura redonda cubierta con un paño sedoso y oscuro. Pedro la miró con desconfianza, sintiéndose tremendamente ridículo de pronto. ¿Qué estaba esperando, exactamente?, ¿qué demonios hacía sentado frente a una mujer que claramente era una farsante?, ¿de verdad iba a pagarle por escuchar un montón de retahílas sin ningún sentido?, si alguien le viera en ese momento...
- ¿De acuerdo?
La miró sobresaltado, sacado a la fuerza de los pensamientos en los que se había sumergido. Cuando volvió a fijar su mirada en los ojos oscuros de la mujer, recordó qué le había empujado hacia aquella habitación: la nota media, necesitaba entrar como fuera en Medicina; la salud de su madre; los amigos que habían huido en desbandada al extranjero, dejándole más sólo de lo que quería reconocer; el innegable hecho de que su corazón había sido roto tres veces seguidas... 
Temor al futuro, pura preocupación por todo lo que parecía ir cada vez peor en su vida. Podía sacrificar doce euros por una cena, pero en ese momento, lo único que quería era una luz hacia el futuro, aunque fuera falsa.
- De acuerdo.
- Estupendo. Empecemos, pues – retiró el manto que cubría la bola de cristal, descubriendo una figura lisa, sin nada de especial – dame las manos y déjalas muertas, necesitamos que la bola te conozca, pero no puedes tocarla.
Obedeció y se dejó conducir por la vidente, que supo apañárselas para que sus manos, temblorosas, formaran un cuenco alrededor de la base de la esfera, sin llegar a rozarla en ningún momento. Un par de segundos más tarde, el interior de la bola, anteriormente vacío, comenzó a verse invadido por una extraña neblina blanca. La sorpresa de Pedro fue tal, que ni siquiera se percató de que la gitana cerraba los ojos, dejando caer las manos del muchacho y colocando los dedos suavemente sobre el cristal.
- Veo temor, veo demasiadas cosas perdidas en muy poco tiempo. Veo inseguridad y miradas atentas en la oscuridad, la mente llena de pensamientos que expulsan cualquier ápice de tranquilidad. Veo problemas, una tensión que parece nunca terminar. Veo tu sufrir, tu preocupación.
Pero esta no durará para siempre. Las nubes no perseveran en el cielo, la luz se abre entre ellas. Puedo ver unos ojos claros que alejan la soledad y la tristeza; veo una mano amiga, una sonrisa de apoyo en momentos de necesidad. Veo el triunfo en tu futuro, el éxito al final del túnel. Veo una flor crecer fuerte tras la tormenta, puedo ver al fénix renacer fuerte tras la debilidad.
Un futuro luminoso por delante, las nieblas dejadas atrás. Eso es lo que mi ojo contempla.
Tras esto, la neblina dentro de la bola de cristal desapareció como si no hubiera existido, y la mujer abrió los ojos para contemplar la mirada atónita de su cliente.
- ¿Y ya está?, ¿eso es todo?
- ¿Esperabas más?
- Esperaba algo más concreto, por lo menos.
- Lo siento, querido, pero no puedo hacer eso – la sonrisa de suficiencia que esbozó mientras hablaba molestó aún más al joven – si te diera datos más concretos, si te dijera exactamente qué y cuándo va a pasar, pasarías los minutos hasta entonces esperando ansioso, sin preocuparte por disfrutar nada más. El misterio es una parte muy importante a la hora de conservar la ilusión por la vida, ¿sabías?
Sus palabras, quizá ideadas para animar a Pedro, no sirvieron de nada: “Qué misterio ni que gaitas, esta me ha timado, y yo he caído como el pardillo que soy. Si es que ya me vale, mira que meterme aquí... doce euros a la basura, ¿pero cómo he podido ser tan estúpido?”
Sin embargo, no replicó. Molesto y avergonzado como estaba, lo único que quería era salir de aquella tienda lo antes posible.
- Está bien, ¿cuánto te debo?
- Doce euros.
Sin decir nada más, sacó el dinero y lo puso con un golpe sobre la mesa, en un intento de hacer notar su enfado. Pero la mujer no dio muestras de notarlo, a pesar de sus repentinos modales bruscos y su mirada severa. Mantuvo su sonrisa durante el tiempo que el chico tardó hasta abrir la puerta principal, y todavía sonreía cuando se despidió, antes de que él atravesara por completo el umbral.
- Adiós, Pedro.
El joven se volvió de pronto, atemorizado, no recordaba haberle dicho su nombre. La mujer seguía sonriéndole, sentada frente a la mesa y rodeada de esos inseparables hilos de humo de incienso. Con un pequeño escalofrío, salió del local sin despedirse, decidido a huir de allí rápido, en silencio y sin mirar atrás.
Estaba tan nervioso que ni siquiera reparó en la chica con la que chocó al ir a doblar la esquina. Se limitó a disculparse en un susurro, para de inmediato continuar con su camino, la mirada fija en el suelo. Así pues, no la vio darse la vuelta, ni sonreír levemente al verle para después seguir caminando.
Mucho menos pudo fijarse en sus ojos, unos ojos claros, azules como el cielo.





jueves, 11 de junio de 2015

¡Premios, premios, premios! (II)

Como ya os dije, en esta segunda entrada de premios se encuentran las nominaciones de Valquiria. Gracias Valquiria ^^

El primero, es un Black Wolf Blogger Award. Esta es la primera vez que me nominan al premio y mirad, ¡¡tiene un lobito en la imagen!! *Irene se queda bloqueada mirando la imagen del lobo y se olvida de hacer el resto de la entrada*
Para este premio las normas son muy simples: poner la imagen del premio, decir lo que te inspira el premio, agradecer al que te nominó y nominar a quince blogs. Lo que me inspira este premio es soltar grititos de felicidad, véase: “¡Un lobito, un lobito!”. A veces soy muy simple... Bueno, también es la primera vez que me nominan a esto, así que siento curiosidad, y pienso que es la imagen más mona de un premio que he visto jamás.

El siguiente premio es un premio Bloggera con buen rollo. Para este premio he de responder una serie de preguntas. Vamos a ello.

1.       ¿Cuándo empezaste con el blog?
Pues juraría que hace algo más de dos años, pero hasta hace un año o algo así no me he dedicado a ello de manera constante.

2.       ¿Por qué decidiste hacerte Blogger?
Me gusta mucho escribir, y la gente solía decir que se me daba bien, así que se me ocurrió crear un rinconcito donde poder compartir mis relatos con un público más abierto.

3.       ¿Qué nos enseñas en tu blog?
Mis relatos, sobretodo. Aunque también hago Book Tags, mis listas (no sé cómo definirlas) y de vez en cuando cosas random que me apetece mostraros.

4.       ¿Te costó decidir el nombre de tu blog?
La verdad es que un poco, pero no le di muchas vueltas, busqué tres nombres o cuatro y el que más me gustó.

5.       ¿El diseño de tu blog es autodidacta o contratado?
Autodidacta. Jamás lo contrataría, porque es una de estas cosas que quiero hacer yo y sólo yo, que sean mías completamente. La verdad es que ahora me gusta mucho cómo está, conseguí darle el ambiente que quería finalmente.

6.       ¿Cada cuánto publicas un post? ¿Tienes un día concreto o publicas cuando te apetece?
Antes, cuando estaba de exámenes, publicaba sólo los sábados. Ahora cuando me apetece, pero intento que no pasen demasiados días entre una cosa y otra.

7.       ¿Compartes tus publicaciones en redes sociales? De ser así, ¿dónde te podemos encontrar?
Las publico en Facebook y Twitter, pero generalmente sólo las entradas de relatos. De todos modos, sólo comparto cuando me acuerdo, no es una norma.

8.       ¿Tienes diferentes secciones en tu blog?
Sí: los relatos (variaditos los tengo), las listas y los Book Tag. Luego tengo dos apartados en la barra principal de arriba que no sé muy bien por qué siguen ahí...

9.       ¿Qué nos recomiendas de tu blog?
Todo supongo, aunque, obviamente, mis relatos son de lo que más orgullosa estoy.
Después irían las listas, que  me parece que hasta hacen gracia.

10.   ¿Cuánto tiempo le dedicas a bloguear?
Pues hasta los exámenes de la universidad le dedicaba muchísimo tiempo, pero después llegaron estos y mi actividad era mínima, sólo para asegurarme de que las entradas se publicaban puntualmente.
Ahora ya tengo libertad, pero me está costando retomar el hilo. Todavía comento muy muy poco en los blogs (José, si estás ahí lo siento) pero a ver si dentro de poco aumento mi actividad a la frecuencia que solía ser.

11.   ¿Crees que serías capaz ahora mismo de darle carpetazo a la vida virtual?
No, me gusta demasiado ser bloguera como para dejarlo ahora (Blogger is a lifestyle, eso dice mi sudadera). Ya si hablamos de la vida tecnológica (móviles, ordenador...) mi respuesta es todavía más negativa.

12.   ¿Qué cosas positivas y negativas te ha aportado bloguear?
Positivas muchas. Esto me ha permitido conocer a mucha gente maravillosa (e ir a la Blogger Lit Con que fue muy genial), dar a conocer un poco más mis relatos, aumentar mi creatividad, conocer libros nuevos, adquirir valores como la constancia y el esfuerzo... seguro que se me olvida algo en todo esto. Además me siento muy orgullosa de mi pequeño rinconcito, me gusta Bailando entre palabras.
Negativas... buf, pues no sé. Supongo que, como a mi ¿nominadora? Esto me quita tiempo libre, pero creo que lo compensa, así que no pasa nada.

13.   ¿Qué es lo primero en que te fijas cuando visitas un blog?
Supongo que en el contenido y en el diseño, básicamente, pero no tengo unos valores fijos para seguir un blog.

14.   ¿Te gusta que los blogs que visitas desde hace tiempo se conviertan en negocios?
¿Por qué no? Si los administradores no hacen daño a nadie convirtiéndolos en negocios, que hagan lo que mejor les parezca.

15.   ¿te gustaría que tu blog fuese tu forma de ganarte la vida?
La verdad es que sí, no te voy a mentir. En el fondo me gustaría ganarme la vida escribiendo, y si pudiera convertir el blog en mi forma de ganarme la vida, bienvenido sea.

16.   ¿Te preocupa no tener visitas?
Me preocupa más no tener comentarios, porque siempre hacen ilusión y cuantos más mejor.
Sin embargo, hay días que mis entradas no alcanzan las 10 visitas y eso, aunque no preocupa, quizá sí desilusiona un poco, creo que como a todos.

Bien, para terminar, un Premio Parabatai. Este es tan sencillo como el primero: sólo tienes que agradecer al blog que te nominó, poner la imagen del premio nominar a diez blogs. Este también es la primera vez que lo recibo, así que me ha hecho ilusión :)









Y bueno, como dije en la entrada de ayer me sentía culpable, así que voy a nominar a toooooooodos los premios de las dos entradas. Como sé que dará pereza, no espero la entrada, tranquilos, y si resulta que queréis hacer la entrada con una cantidad reducida de los premios otorgados, perfecto también.

Mrs. Ollivanders
Los sueños no caducan

Son solo tres, lo siento. De todos modos, si alguien quiere hacer los premios, yo le incluyo en la lista.


Un besito, mis niños ^^

miércoles, 10 de junio de 2015

¡Premios, premios, premios! (I)

¡Hola mis niños!
Hoy os traigo una auténtica maratón de premios. Hace unos pocos días me nominaron a premios tanto Irene Federero como Valquiria, y decidí, para variar, hacer la entrada de los mismos. En un principio iba a hacer todos los premios en una entrada, pero cuando vi que llevaba escritas cinco páginas de Word y no terminaba, decidí dividirlo en dos entradas.
En esta primera se encuentran los premios de Irene (gracias ^^). Por su parte, estoy nominada a dos premios: un Best Blog Award y un One Lovely Blog Award.















En algún momento he hecho entradas por Best Blog Award, así que las normas andarán por aquí perdidas. Pero como hace mil años desde la última voy a ponerlas hoy:

-          Nombrar, enlazar, seguir y agradecer al blog que te nominó.
-          Contar 11 cosas sobre ti.
-          Responder a las preguntas.
-          Nominar a 11 blogs que no superen los 200 seguidores.
-          Informar a los nominados.

Veamos, once cosas sobre mí. A estas alturas ya no sé qué he contado o no, así que me disculpo de antemano.
1.       Me da mucha pereza comer frutas con jugo, porque me molesta muchísimo pringarme, así que se me hace muy engorroso.
2.       De pequeña escribí una historia larga (vamos a llamarla así) de 80 páginas escritas a mano en un cuaderno. Aunque lo recuerdo con mucha ilusión, a estas alturas me da corte leerla.
3.       Hace algunos años odiaba el rosa con todas mis fuerzas. De hecho, rechazaba cualquier prenda que tuviera un detalle, aunque minúsculo, en rosa.
4.       También odiaba los vestidos, y ahora cada vez compro más.
5.       Me encantaría ser pelirroja, así que hace un mes me hice mechas cobrizas. Ahora cada vez que me veo reflejos cobre en el pelo me enamoro.
6.       Últimamente me estoy aficionando a hacer ejercicio.
7.       Me gusta ser puntual, pero ahora cada vez consigo serlo menos.
8.       Mi grupo favorito es Maldita Nerea.
9.       Desde el mundial de 2010 me encantan las competiciones de las selecciones, básicamente porque me emociono muchísimo con los partidos.
10.   De este modo, un partido de fútbol no me aburre siempre y cuando vaya con algún equipo y pueda sentir esa emoción.
11.   Soy una gran fan del Rubius. Me saca una sonrisa y me anima muchísimo en los momentos malos con sus vídeos. Le admiro porque yo también quiero que, algún día, alguien diga esto último de mí, solo que mediante mis historias, no mis videos.

Vale, ahora las preguntas.
1.       ¿Lees tumbado o sentado?
Leo de las dos maneras, aunque cuando me tumbo los brazos me terminan doliendo, así que al final tengo que sentarme.

2.       ¿Te gusta leer con ruido o en silencio sepulcral?
Puestos a elegir, silencio sepulcral. Al igual que cuando escribo, el ruido suele distraerme, y al final tardo el doble de lo que tardaría en silencio, y me entero de la mitad.

3.       ¿Tapa dura o de bolsillo?
La verdad es que me gusta más de bolsillo. La tapa dura puede llegar a ser realmente incómoda y, aunque es cierto que se deforma menos, los prefiero de bolsillo.

4.       ¿Qué te parecen los precios de los libros?
Bueno, la verdad es que lo de los quince o dieciséis euros no lo llevo demasiado mal. Será que como no reseño y no leo tanto como la mayoría de la gente de este mundillo, lo noto menos. Sin embargo, también me duele soltar esa cantidad por un libro, y la cosa empeora cuando la cifra comienza a tender a los 20 euros.
De todos modos, tengo un truco para consolarme en estas cosas: un libro, de media, es un poco más de lo que puede costarte salir a cenar, y este te dura más. Si no me duele pagar una cena, ¿por qué va a dolerme tanto pagar por un libro?

5.       Un personaje que te haya marcado.
Uy, muchos. Pero muchos muchos. En los últimos tiempos, el personaje que más me ha marcado ha sido Lochan Whitely, de Prohibido. TE QUIERO, LOCHIE.

6.       ¿Has pensado en meter al personaje de un libro en el escenario de otro distinto? ¿Cuál?
Veamos... en realidad no, puede que hace años sí, pero ahora no. Lo que sí hago es inventarme continuaciones de novelas e introduzco personajes de mi invención. En algunos casos, mi obsesión llega al punto en que podría hacer fichas completas del personaje en cuestión.

7.       ¿Drama o comedia?
Comedia, lo paso realmente mal llorando, aunque tienda a llorar con estas cosas.

8.       ¿Sobrenatural o histórico?
La verdad es que depende del momento en que me pilles, me gustan los dos. Aunque hasta el día de hoy he leído mucho más sobrenatural.

9.       ¿Qué opinas de las adaptaciones de cine?
Las adoro, siempre que se hagan bien. Una adaptación bien hecha es increíble, pero he sabido de verdaderos desastres de adaptación, y eso puede llegar a sentar realmente mal tanto para os espectadores como para el escritor de la historia.

10.   Personaje que más has odiado en un libro.
Pensareis que Kirtash, ¿verdad? ¡PUES NO! Lo cierto es que hasta hace relativamente poco el personaje que más odiaba era Kirtash, pero entonces leí la trilogía del Baztán, conocí al Juez Markina, y descubrí que podía odiar a un personaje incluso más que al señor ojos de hielo.

Bien, pues aquí está el Best Blog Award. Ahora pasemos con el One Lovely Blog Award, sus reglas son las siguientes:

-          Nombrar y agradecer al blog que te nominó.
-          Contar algo de ti.
-          Responder a las preguntas.
-          Formular tus preguntas especiales.
-          Nominar a 11 blogs con menos de 200 seguidores.

Veamos, una cosa sobre mí... vale. En verano vivo en pantalones cortos, en serio, obligarme a llevar pantalones largos en verano es un castigo con todas sus letras para mí.

Aquí están las preguntas de Irene.
1.        Pregunta cruel: ¿si tuvieras que besar al personaje más odiable de un libro para salvar a tu personaje más favorito del mundo mundial, lo harías?
Buf, no me hace ninguna gracia besar al Juez Markina... pero si puedo salvar a Jack (Memorias de Idhun) supongo que tendría que hacerlo.

2.       ¿De qué libro harías una peli, serie o juego?
¿Yo?, de todos, aunque película preferentemente, porque es difícil que disfrute al máximo las otras dos opciones. De todos modos, diré Anna Vestida de Sangre, que es mi libro favorito y hace ilusión ^^

3.       ¿Hay algún libro/peli/serie/juego al que le cambiarías el título? Si es así, ¿a cuál?
¿El título? No sabría que decir... supongo que le cambiaría el título a Bajo la Misma Estrella, para que cuadrara mejor con el título original, mucho más adecuado a la historia en mi opinión.

4.       ¿Qué te gustaría que se te diese bien (por algún motivo u otro) pero eres pésimo/a en ello?
Me gustaría que se me diese bien bailar (aunque no danza clásica, esa no me llama). Me parecen muy bonitas las coreografías que suelo ver, tan coordinadas y bonitas, pero soy un auténtico pato.

5.       ¿Cuál sería tu reacción si te encontraras con el autor que más te ha hecho sufrir por algún libro/serie/juego/peli...?
“¿POR QUÉ? ¿POR QUÉ? ¿POR QUÉ?” *golpea con los nudillos al autor llorando a mares*

6.       ¿Cuál ha sido el libro/juego más raro que te has leído/jugado? ¿Estuvo bien o estuvo mal?
En esas categorías no se me ocurre nada... pero hay un anime que se me ocurre: Mirai Nikki. Sobre todo el final es muy muy raro.
Me gustó mucho, no es mi favorito de la escueta cantidad que he visto, pero me gustó.

7.       ¿Cuál crees que sería tu reacción el último día de colegio, si no fueras a ver nunca más a tus profesores y compañeros (ni siquiera en encuentros aleatorios en el futuro)? Ten en cuenta que, si tienes un nick falso, puedes poner cosas que no te atreverías a hacer en la vida real, como tirarle un vaso de agua a vuestro profesor más odiado xD
Ya he estado en esa situación jajaja, y la verdad es que no hice (ni ahora se me ocurre hacer) nada raro, ya que a esas alturas lo único que quería era irme y dejarlo todo atrás.

8.       ¿Qué antagonista de alguna peli/serie/juego/libro toleras más (y no odias a muerte de forma que te gustaría destriparlo)?
Los Vulturi, de Crespúsculo. Los leí cuando tenía doce o trece años, pero no recuerdo odiarlos. El que sí me ponía mala era Jacob cuando se pegaba a Bella, servidora siempre ha sido de Edward.

9.       ¿Qué peli/libro/serie/juego te ha hecho llorar más? ¿Y reír?
Uf, llorar Prohibido. No es por repetirme, es que de verdad terminé hecha un mar de lágrimas, el final es triste en serio, creéroslo.
Reír... bueno, la serie Allí Abajo, la nueva de Antena 3. Igual no es con la que más me he reído, pero sí es divertidísima.

10.   ¿Cuál ha sido el libro/peli/serie/juego más moña que has leído/visto/jugado? ¿Te arrepentiste o te gustó?
Últimamente una de las pelis más moñas que he visto es El Viaje Más Largo. Me gustan las pelis moñas, nunca viene mal soñar con cuentos de hadas, lo que pasa es que tienes que ir sabiendo lo que vas a ver, por posibles chascos.

Hasta aquí los premios de hoy. Sé que tendría que nominar a gente, pero ya me conocéis... Aunque como me siento un poco mal, ya nominaré en la segunda entrada a gente, a tooooodos estos premios, y que los hagan si quieren.

¡Un besito, mis niños! Dado que en un principio iba a hacer solo una entrada, seguramente publique mañana los premios de Valquiria.

martes, 9 de junio de 2015

Y así, Caperucita se comió al lobo.

El lobo perseguía a Caperucita, se la quería comer.
La vigiló y espió, siguiéndola a través del bosque, entre los árboles. Estaba convencido de que no era peligrosa, una presa fácil, la cazaría sin ningún esfuerzo.
Caperucita era menuda, de mejillas rosadas y labios del color de las manzanas maduras. Caminaba con alegría y vitalidad, sonriente, y los pueblerinos adoraban la inocencia y la ternura que reflejaba a su paso.
Pero bajo la superficie, se esconde la profundidad del mar.
El lobo encontró a Caperucita en el camino, saltarina entre la vegetación, y lentamente, creyéndose astuto, se le acercó.
Era encantador: la sedujo con la mirada, la atrajo con sus palabras amables y sugerentes, y la alejó de su camino, llevándola a un claro gobernado por sombras verdes que envuelven con su misterio la intimidad. Caperucita le siguió, contemplándole con curiosidad, aparentando ser la niña pequeña y dulce que todos querían ver... cuando el ingenuo lobo dio la vuelta, una astuta sonrisa iluminó su sombrío rostro.
El lobo guio a Caperucita, ella besó primero; el lobo susurró palabras hermosas en su oído, ella le complajo con su  sonrisa roja como la sangre; el lobo tuvo la idea, ella tomó el mando. Para cuando él quiso cazarla, ella ya le tenía preso.
Volvió hacia el camino, sin mirar atrás, para no regresar, sin volverse ante los suplicantes gemidos del animal herido.
Aquel que quiso devorarla, y que terminó con el alma hecha añicos; aquel inocente y dulce cachorro que perdió su disfraz de depredador en los brazos de una adolescente; aquel que ahora arrastra su cuerpo entre los árboles, avergonzado, paseando su corazón roto entre las ramas caídas; aquel que no supo ver la cara más profunda de la luna, esa a la que aúlla cada noche.
Esa que se esconde bajo su capucha roja, inteligente, astuta, una cazadora que oculta su ser.
Así, Caperucita se comió al lobo.




sábado, 6 de junio de 2015

Si eres impulsivo.

1.       La expresión “¿por qué no?” cumple un papel fundamental en tu vocabulario.
2.       Actuar sin pensar es tu especialidad.
3.       Conoces muy bien la sensación de hacer algo sin estar del todo seguro de ello.
4.       Y la de no saber dónde te estás metiendo.
5.       Las palabras salen de tu boca antes de que puedas pensarlas.

6.       Y los gestos.
7.       En conclusión, las situaciones incómodas se arremolinan junto a tu persona.
8.       La gente dice que te apuntas a un bombardeo, pero es que tu cerebro no tiene tiempo de decir que no antes de que hayas gritado que sí.
9.       Se te suelen juntar dos planes en el mismo día y a la misma hora, porque sencillamente no te acuerdas del primero antes de aceptar el segundo.
10. Tu cuerpo se mueve antes de que puedas tener consciencia de ello.


11.   Has aprendido a reírte de ti mismo, porque gracias a tus impulsos tienes tendencia a hacer el ridículo.
12.   Las grandes ideas surgen en una milésima de segundo.
13.   Muchas de las mejores cosas que te han pasado han surgido de esos planes que seguiste sin pensar.
14.   No pasa nada si el restaurante no tiene el plato que querías, en veinte segundos de reloj habrás elegido uno nuevo.
15.   Estás acostumbrado a tener que rectificar tus palabras.
16.   Y tus acciones.
17.   Y a tener que pedir perdón.


18.   Aceptas prácticamente todo lo que te ofrecen.
19.   Más de una vez te has visto metido en un lío.
20.   Más de una vez te has sorprendido ante las consecuencias totalmente inesperadas de tus acciones.
21.   Pero no te ha quedado otro remedio que aceptarlas.
22.   Lo mejor para hacer las cosas que te ponen nervioso es hacerlas sin pensar.


23.   Las carcajadas se escapan de tu boca sin que puedas controlarlas.
24.   En el fondo, te encanta ser así, y lo sabes.


miércoles, 3 de junio de 2015

La risa de Verónica.

La recuerdo pequeña, apenas una niña con la risa cantarina y la inocencia en su mirada. Recuerdo verla correr con el cabello cobrizo al viento, volviendo la vista retándome a alcanzarla; recuerdo su imaginación al jugar al escondite, la manera en que aparecía tras escondrijos en los que casi no entraba; la recuerdo leyendo sus libros de cuentos, jugando con sus cientos de Barbies, montando en esa bicicleta con la bocina rosa.
Pero recuerdo su risa, sobretodo su risa.
La recuerdo más tarde, años después, dejando de ser una niña para convertirse en un proyecto de joven mujer. Los primeros tacones, el primer móvil, cómo confiaba en mí para que sus padres la dejaran llegar un par de horas más tarde; recuerdo cómo se maquillaba en los escaparates, sus dudas, su ilusión por lo que quisiera venir.
Pero recuerdo su risa, sobretodo su risa.
La recuerdo adolescente, una hermosa joven en el mundo abierto. Recuerdo su vitalidad, sus fantasiosas ideas, su energía; recuerdo sus saludos por las mañanas, y las conversaciones sentados en el banco comiendo pipas; la recuerdo llorando por su primer novio, y lanzándose al futuro con la fuerza reflejada en sus ojos oscuros. Me recuerdo fijándome en ella, descubriendo que la amaba.
Pero recuerdo su risa, sobretodo su risa.
La recuerdo en nuestra primera cita. La recuerdo sin saber nada, sospechando en mis silencios lo que no me atrevía a decir; recuerdo su mirada perspicaz y sus labios sonrientes, recuerdo sus indirectas y sus cosquillas; la recuerdo iluminada al atardecer, su cabello brillando como ascuas, la recuerdo besándome por fin.
Pero recuerdo su risa, sobretodo su risa.
La recuerdo en nuestra boda, más bella que nunca; la recuerdo el día que descubrimos su embarazo, y en el día en que trajo a nuestros gemelos al mundo; la recuerdo en cada momento hermoso, y en cada discusión. La recuerdo como es: vital, apasionada, llena de cosas con la que enriquecer el mundo que sería mucho peor sin ella.
Pero recuerdo su risa, sobretodo su risa.