viernes, 29 de mayo de 2015

Book Tag: El noviazgo literario.

¡Hola, mis niños! Hoy os traigo un Book Tag que encontré paseando por el blog de Valquiria, Un libro tras otro. Me pareció curioso y bastante sencillo, teniendo en cuenta las dificultades que tengo con algunos Book Tags, así que espero que lo disfrutéis. Un beso.


FASE 1: ATRACCIÓN INICIAL, ¿QUÉ LIBRO COMPRASTE POR SU PORTADA?
Blanca como la nieve, roja como la sangre.


De algún modo me encanta la portada, y resultó que concordaba perfectamente con la historia. Es un libro precioso y muy recomendable, aunque bastante desconocido en mi opinión.


FASE 2: PRIMERAS IMPRESIONES, ¿QUÉ LIBRO COMPRASTE POR SU SINOPSIS?
Uma Soona. La espada de Ares.


Técnicamente no me lo he comprado, lo conseguí en un intercambio con una chica cuyo blog no conozco, si lo tiene. El caso es que en cuanto leí su sinopsis supe que tenía que ser mío, aunque aún no he oportunidad de leerlo.


FASE 3: CHARLA DULCE, UN LIBRO CON UN GRAN ESTILO DE ESCRITURA
Cualquiera de Laura Gallego (Alas de Fuego, por ejemplo).


Siempre me ha encantado la escritura sencilla. Sé que es menos bonita que otros estilos más retóricos y poéticos pero... no sé, por algo el sencillo es mi estilo, ¿no? Personalmente, me considero incapaz de escribir “bonito”: siento que no me expreso como quisiera y no estoy cómoda.
Además, el estilo sencillo resulta mucho más ligero de leer y, si encima te engancha, es fantástico. Por eso en este espacio me vale cualquiera de Laura Gallego, porque su estilo es muy fácil de seguir y en todos sus libros he sufrido una adicción por la historia relatada (y rondo la veintena de obras suyas leídas).


FASE 4: PRIMERA CITA, UN LIBRO QUE HIZO QUE QUISIERAS LEER EL RESTO DE LA SAGA
Tormenta de fuego.


Lo cogí de las estanterías de mi hermano como lectura ligera y me terminé enamorando. Durante meses busqué la continuación, porque estaba obsesionada, pero al parecer no llegó a publicarse en España...


FASE 5: LLAMADAS DE TELÉFONO NOCTURNAS, UN LIBRO QUE TE ENGANCHÓ DURANTE TODA LA NOCHE
Todas las hadas del reino.



En principio no iba a poner este, pero me lo terminé hace nada y se me antojó una modificación de última hora. Es un libro fantástico e increíblemente adictivo y rápido de leer, las páginas pasan y pasan sin que te des cuenta. De echo, me puse a leerlo y para cuando me quise dar cuenta ya era de madrugada y yo me había devorado la mitad del libro de una sentada

FASE 6: SIEMPRE EN TU CABEZA, UN LIBRO EN EL QUE NO PUEDES DEJAR DE PENSAR
Ofrenda a la tormenta.


No pienso en él porque me gustara, qué va. Es el cierre de una trilogía muy buena, pero un cierre malo a mi entender. No dejo de pensar en él, pero preguntándome el porqué de todas esas cosas que no me gustaron.


FASE 7: YENDO A LO FÍSICO, UN LIBRO CUYO TACTO TE ENCANTE
Esta edición de Los Juegos del Hambre.


Mira que siempre he defendido la idea de no comprar nuevas ediciones de un libro que ya tienes pero... pero... esta es tan sumamente perfecta que hasta me dan ganas de pensármelo. Y en toda su perfección, podemos incluir el tacto del relieve de los sinsajos y las páginas y la portada en general y... me voy a llorar mi presupuesto limitado, hasta luego.


FASE 8: CONOCIENDO A LOS PADRES, UN LIBRO QUE RECOMIENDAS A TODA TU FAMILIA Y AMIGOS
Memorias de Idhún.


Es que me hacéis unas preguntas... No pongo Anna Vestida de Sangre porque el miedo y el gore no son para todos.

FASE 9: PENSANDO EN EL FUTURO, UN LIBRO QUE RELEERÁS MUCHAS VECES EN EL FUTURO
Mejor Manolo.


Los libros de Manolito Gafotas en general son maravillosos para ser releídos, en mi opinión. Ligeros, entretenidos... perfectos para una tarde aburrida.

FASE 10: ¿A QUIÉN NOMINO?
A nadie, como siempre. Hacedlo quienes queráis ^^

Acabo de darme cuenta de que ha resultado ser un Book Tag muy Laura Gallego... bueno, da lo mismo, necesitaba poner Todas las hadas del reino. Por algo es mi escritora favorita.



sábado, 23 de mayo de 2015

Aspirante a madrina (yo) busca ahijado (no se sabe quién todavía).

¡Hola, mis niños!


Bueno, como ya sabréis, hace meses conseguí superar la barrera de los 100 seguidores (wiiii), lo que me convierte en una Bloggera apta para ser madrina. No empecé a buscar entonces porque no tenía tiempo, pero ahora estoy libre y me encantaría apoyar a alguna personita con menos de 100 seguidores.
En cuanto me decidí, me dispuse a consultar la lista de la iniciativa oficial aunque ahora a veces la gente se la salte , Club Adopta un Blog, pero recordé lo muchísimo que me costó encontrar madrina (al final ni siquiera la encontré utilizando la lista) y decidí plagiarla y crear una entrada en mi blog con la esperanza de que alguno de vosotros, o visitantes ocasionales/conocidos/lo que sea querrais ser mi ahijado/a.
Y en fin, aquí estamos.
Veamos, supongo que tendría que poner requisitos... vale.

          - Seguir mi blog. Obviamente, no podemos ser ahijado y madrina sin que me sigáis, esto es
            básico.
          - Poner un comentario en esta entrada diciendo que queréis que os apadrine. Para    enterarme yo,             más que nada.

Si por algún extraño milagro sois más de uno o dos los que queréis ser mis ahijados, obviamente tendré que elegir. Me basaré en criterios que aún no he decidido, aunque de todos modos no es un concurso, por lo que no es cuestión de competir, seguramente termine utilizando mi intuición o algo. De todos modos creo que estoy adelantando acontecimientos, igual no responde ninguno a esta entrada (un par de lágrimas caen por mis mejillas xD).
Respecto a lo de unirse al Club Adopta un Blog... sería lo ideal, claro, aunque todavía no estoy segura de ponerlo como un criterio obligatorio. Es que me sienta mal hacer esto pasando de la iniciativa, pero de todos modos yo sigo siendo una ahijada según la lista oficial, y llegado el caso seguro que podríamos hablar el tema.
Aprovecho para decir que, si queréis uniros ahora, el banner sigue estando bajo el banner de los seguidores.
Y esto es todo, deseadme suerte.
Aquí una aspirante a madrina que os quiere mucho.

viernes, 22 de mayo de 2015

Criatura.

Me siento enormemente afortunado ahora mismo, bendecido por tu pacífica belleza que aplaca los sentidos.
Adoro contemplarte así, dormida, ajena al mundo cruel que sólo quiere dañarte y sumida en dulces sueños de romance y alegría. Una sonrisa se refleja en tu rostro, iluminando esos finos rasgos que siempre he amado, seguramente estés viendo algo feliz, me alegro mucho.
Pero me alegra más ser yo el único que puede contemplar este momento. Ser yo la única persona que sabe que sonríes en sueños; que no emites esos ronquidos que tanto me molestan, que en vez de eso suspiras suavemente; que sueles moverte dormida en las noches cálidas de verano; que nunca duermes de boca abajo. Sólo yo tengo la fortuna de saber todo esto, aunque ni siquiera tú sepas que lo hago.
Nadie lo sabe, aún nadie es consciente de mis visitas nocturnas a través de tu ventana, de que cada noche entro a tu habitación para ver pasar las horas oscuras contemplando tu piel blanca como el marfil iluminada por la luna, tus suaves labios del color de las rosas, escuchando tu respiración y aspirando el aliento en tus suspiros. Te amo.

Y tú me amarás a mí, aunque todavía no seas consciente de ello. Sé que algún día te rendirás a mí, a mis halagos, a mis miradas furtivas y mis sonrisas al servirte la comida en el salón. Sé que algún día existiré para ti, y significaré tanto en tu vida que enfrentarás viento y marea con tal de tenerme a tu lado. Un día te casarás con este humilde plebeyo que tanto te admira, y entonces podré contemplarte cada noche con la tranquilidad de quien conserva un tesoro de manera legítima.
Sin embargo, mientras espero la llegada de ese momento, me conformo con esto.
Una ligera brisa atraviesa las cortinas y agita levemente las sábanas que cubren tu cuerpo, provocando que te acurruques más en ellas entre muecas de fastidio. Pobrecita, es cierto que está haciendo algo de frío últimamente... pero no te preocupes, cerraré la ventana al salir, no deseo que enfermes.
Me marcharé con el canto del primer pájaro, y descansaré en mi humilde jergón hasta que llegue la hora de servirte el desayuno. Con una gran sonrisa, con la luz que reflejas en mi rostro, con mi mejor saludo tras velar tu sueño.
Esta noche, como tantas otras. Para siempre.


Imagen sacada del cartel de El Perfume, película en la que 
me he inspirado para escribir este relato.

martes, 19 de mayo de 2015

El día en que te pierda.

Sé que algún te perderé.
Sé que algún día te irás lejos, y volarás alto. Y sé que, en tu camino a las estrellas, olvidarás todo lo que te retiene aquí. No te lo reprocho, te lo mereces.
Pero antes de que te marches, tengo que decirte algo.
Quiero que seas fuerte, pequeña, más fuerte de lo que eres ahora, más fuerte de lo que yo seré jamás. No quiero que sufras, no quiero que tengas miedo, y quiero que sepas mirar hacia delante con la fuerza y la determinación de quien sabe que nada puede vencerle. Sé que lo lograrás, sé que serás así, porque todo lo que te ha intentado derrumbar no ha hecho más que convertirte en una persona más valiente, más grande. Tú eres como las rocas del acantilado, siempre firmes aunque el oleaje ataque con la fuerza de un titán, impasible ante el temporal, fuerte a pesar de todo... no sabes lo orgulloso que estoy de ti.
Creo que nunca te lo he dicho, quizá debí haberlo hecho antes. Cada día que te veo el orgullo me invade el pecho: eres lo mejor que he hecho en toda mi vida, el ser más bello que he hecho jamás. Cada vez que te veo, cada segundo en que mi vista abarca tu imagen, puedo ver tu inteligencia y tu humor, tu mirada observadora y tu amplia sonrisa. Eres idéntica a tu madre, y en tu rostro puede verse un pedacito de mí, creo que tu vida es lo mejor que me ha pasado, gracias por existir.
Quiero que sepas que te quiero, que te quiero mucho, que te quiero de verdad. Eres mi niña, y por eso siempre te voy a amar; me da igual dónde estés, o dónde esté yo. Nada podrá cambiar que eres parte de mí, sangre de mi sangre, ni la distancia más larga podrá cambiar que eres mi hija, lo que más quiero en este mundo.
Por eso sé que algún día te perderé, porque sé que querrás libre.
Por eso sé que te irás. Para volar libre, para ser tú.
Pero no siento pena. No estoy triste, no tengo miedo. Porque siempre te querré, siempre te llevaré conmigo aunque nos separen millones de kilómetros, siempre estarás en mi corazón al igual que yo espero estar contigo, el día en que te pierda.
El día en que te vayas lejos, el día en que vueles alto.

Sé feliz.

jueves, 14 de mayo de 2015

Por tener mente dispersa.

1.       Lograr atender a algo durante más de diez minutos es todo un logro.
2.       Las cosas pasan a tu alrededor sin que te des cuenta.
3.       En consecuencia, te ves a menudo preguntando el por qué de la broma de la que todo menos tú se están riendo.
4.       De las cosas que la gente te cuenta, sólo el 30% se queda en tu recuerdo.
5.       De la gente que conoces, sólo podrías reconocer a la mitad.
6.       Eres un gran experimentado en la incómoda situación de tener que preguntar por su identidad a alguien que supuestamente conoces.

Perdona pero, ¿quién eres?


7.       En la de contradecirte a ti mismo.
8.       Y en la de no recordar lo que una persona te ha contado cien veces.
9.       Corres el riesgo de parecer un borde.
10.   De parecer una persona a quien no le importan los demás.
11.   De parecer un gili******.
12.   Pero no es tu culpa, tienes un serio problema en la cabeza, es muy duro.
13.   Nunca estás a lo que tienes que estar.
14.   Sólo tú sabes lo que es soñar despierto, porque lo haces cada segundo que no está durmiendo.
15.   Te mueves por inercia, nunca te fijas por dónde vas.
16.   Y sueles sufrir las consecuencias.


17.   Te ves en lugares sin poder recordar cómo has llegado a ellos.
18.   Sueles contar muchas veces lo mismo a la misma persona.
19.   Conoces el peligro de posponer tus planes dos segundos, porque para entonces ya los puedes haber olvidado.
20.   A menudo entras en una habitación, y no recuerdas para qué.


21.   Cada vez que abres el ordenador para hacer algo importante, te sorprendes distrayendote con cualquier otra cosa.
22.   Has desarrollado la capacidad de fingir que has escuchado lo que alguien te ha dicho, aunque no sea así.
23.   Mirando al pasado, apenas eres capaz de recordar las cosas que te han pasado en un primer momento.
24.   Y, si te pones a pensar, existe una enorme posibilidad de seguir sin recordar.
25.   Sólo tú sabes lo incómodo que es tener que fingir acordarte de un acontecimiento crucial en tu vida... que has olvidado por completo.
26.   Después de varias situaciones incómodas como estas, has aprendido que lo mejor es cerrar la boca.


27.   No es aconsejable encargarte recados.
28.   Ni consultarte cosas dichas en clase o en el trabajo.
29.   Ni dejarte pendiente de la comida.
30.   Siempre que te encarguen despertar a alguien, lo harás media hora después de lo que deberías.
31.   Si es que te acuerdas de hacerlo.


32.   Eres practicamente incapaz de seguir el argumento de una película.
33.   Hace años que tu diario espera que escribas en él.
34.   No entiendes a esa gente que es capaz de concentrarse durante más de quince minutos en lo mismo.
35.   Mirar al vacío es suficiente para distraerte.
36.   Aunque nadie lo crea... de verdad, en tu cabeza hay algo más que pájaros.
37.   Y cuando se van, todavía queda algo de capacidad de concentración escondida.
38.   Si lo usas, salir de fiesta implica SIEMPRE levantarse a la mañana siguiente con manchas de maquilaje por toda la cara.


39.   Concentrarse en el estudio durante más de media hora es imposible.
40.   De pronto vuelves a la tierra, sólo para darte cuenta de que la persona con la que estás lleva hablando media hora sin que hayas escuchado una palabra.
41.   “Eso es muy importante... ¡anda, un perrito!”

42.   Y, por último, lo más importante... “¿PERO QUÉ DEMONIOS ME PASA?”.

lunes, 11 de mayo de 2015

Rabia.

Y gritar, y romper el cristal, y gritar al mundo que lo odio todo, que los odio a todos, que ya no puedo más, que estoy hasta los huevos.

Hasta los huevos de mi vida, y del mundo, y de sus santos cojones. Y si me fastidian yo fastidio. Porque sí, porque el mundo es así, porque me da la gana, porque qué coño.

domingo, 10 de mayo de 2015

Hola vacaciones, os echaba de menos.

¡Hola mis niños!
Esta es una entrada corta para daros la feliz noticia de que, esta vez sí...
¡¡¡YA TENGO VACACIONES!!!!


Han sido meses realmente agotadores, muy cansados, y la verdad es que tenía muchísimas ganas de que llegara este día para poder relajarme y pasarme horas y horas relajada, tranquila y haciendo solamente lo que me apetezca, así que estoy muy contenta.
Pronto volveré a ser activa en Blogger y regresaré a vuestros blogs para reanudar mis comentarios y mis entradas, que por fin dejarán esa horrible rutina de aparecer cada Sábado.
De todos modos, advierto que igual tardan en ser contantes, básicamente porque ayer ni siquiera me acordé de vigilar que el relato de la semana estuviera subido (puede que mi adicción a Lovely Complex tenga algo que ver) y hoy casi se me pasa subir esta...
Pero bueno, en unos días volveré a daros la lata con mis historias y mis cosas, prometido.
Gracias por esperar y por seguir visitándome y comentando.

Os quiero. ^^

Hola, soy un gif de un perrito adorable. Irith se enamoró de mi mientras buscaba gifs para sus listas pero no sabía dónde ponerme, así que aquí estoy.

sábado, 9 de mayo de 2015

La última creyente.

El templo estaba lejos, pero eso no implicaba ningún impedimento. Con el paso del tiempo, Atenea había aprendido que adorar a sus dioses implicaba sacrificios y sufrimiento, y tener que caminar largos minutos hacia el monumento era el menor de todos ellos.
Por fin llegó hasta él. Procurando no tropezar en la cuesta que lo levantaba de los mortales – el último tramo de aquel pesado camino – alcanzó el pie del templo y se sentó a su lado, acariciando la piedra como si de un viejo amigo se tratara. Quizá no debería estar haciendo aquello, quizá la religión dictaba que era una ofensa... ¿pero qué importaba ya?
Nadie creía ya en los dioses. Nadie creía en la soberanía de Zeus, los marineros ya no temían a Poseidón cuando el mar se embravecía, las mujeres no se confiaban a Artemisa cuando traían al mundo a los frutos de su vientre, ya no se celebraba la llegada de Deméter en la primavera.
Estaba sola.
Ella siempre había creído en ellos, en cada uno de ellos. Durante toda su vida los estudió y les dedicó su devoción. Durante toda su vida acudió a los sacrificios que se celebraban; realizaba las ofrendas necesarias sin saltarse jamás ninguna; oraba a los dioses cada vez que algo disturbaba su calma, o incluso a veces sólo buscaba contactar con ellos; participaba en la medida de sus posibilidades en todas las fiestas y se las ingeniaba para siempre acudir a ver las obras teatrales dedicadas a Dionisio.
Había dedicado su vida, su espíritu, a ellos porque creía de verdad, de veras pensaba que sus amados dioses residían en el Olimpo, observando todos sus pasos y pendientes de lo que sucediera en la Tierra. Nunca lo había dudado, incluso viendo cómo la más antigua creencia griega se iba derrumbando, incluso presenciando cómo cada vez menos gente realizaba ofrendas, cómo las conversaciones sobre las deidades escaseaban cada día más, cómo, poco a poco, ella se iba convirtiendo en la última creyente.
Desde que el último resquicio de su religión se esfumó para siempre en el viento del olvido, habían pasado muchos años. Ante la presión, Aretha se había obligado a esconder sus verdaderas creencias, orando escondida entre las sombras, llorando lágrimas amargas cada vez que sentía la mirada reprobatoria de sus dioses. No podía recordar cuantas veces había soñado despierta, en cuantos momentos había deseado que todo volviera a ser como antes, que todos creyeran como ella, que todos la comprendieran.
Pero ya no le importaba.
Recostada contra la columna del templo, sintiendo cómo el frío de la piedra alcanzaba su piel, supo que le daba igual. Le daba igual estar sola, le daba igual ver cómo todos a su al rededor ignoraban a sus dioses, el hecho de tener que profesar su relación a escondidas ya no le afectaba.
Ella era la última creyente, eso era mucho más importante y grande que todos los demás.

En el horizonte, el Sol comenzó a esconderse, iluminando el ocaso el grandioso monumento, bañando su cuerpo en su luz. Cerró los ojos, sonriendo, una pequeña lágrima resbaló por su mejilla.

sábado, 2 de mayo de 2015

Cuando tienes prisa.

1.       El metro espera hasta que estás a dos metros de él para cerrar las puertas.
2.       Y el siguiente ha sufrido un ligero retraso de quince minutos.
3.       Todo el mundo decide coger el coche a la vez que tú.


4.       La cola da la vuelta a la manzana, aunque sea para comprar coliflores.
5.       El teléfono suena justo cuando estás cerrando la puerta.
6.       Los semáforos se aficionan al color rojo.
7.       La gravedad cambia su funcionamiento, de manera que todo objeto material existente queda atraído hasta colocarse justo en tu camino.
8.       Llueve.
9.       Hace viento.
10.   Llevas tacones.

11.   Y ropa muy incómoda.
12.   El ascensor se pasa media hora dando vueltas antes de abrirse en tu planta.
13.   Te encuentras a aquel viejo amigo con el que no hablas desde hace años.
14.   Te vuelves invisible para los taxis.
15.   El autobús que buscas se ha perdido por la carretera.
16.   El tiempo triplica su velocidad.
17.   “¿Cómo es posible que hayan pasado diez minutos durante un parpadeo?
18.   Todo requiere tu atención.


19.   Algo te recuerda que has olvidado la cartera... cuando llevas veinte minutos de camino.
20.   El maquillaje se vuelve loco.
21.   Y tu pelo.


22.   Toda calle/túnel/ carretera/camino por el que tengas que pasar está cortado.
23.   Te conviertes en un ser cuya única habilidad se convierte en tropezarse con sus propios pies.
24.   Un caracol es un Ferrari a tu lado.
25.   Todos tus movimientos se ven ralentizados.
26.   Tu destino está más lejos a cada paso que avanzas.

27.   Da igual lo que hagas, jamás llegarás pronto.