Hoy es un día especial, muy especial, tremendamente especial
para todos aquellos que, como yo, guardamos la saga de Memorias de Idhún en
nuestro corazón. Hoy, señoras y señores, se cumplen diez años desde la
publicación del primer libro, un 14 de octubre de 2004.
Manera número 1 de cargarse una
entrada homenaje… lo siento, me encanta esta escena y este chico.
Recuerdo perfectamente cómo empecé a leer esta saga. Cómo un
día de hace ocho años (no diez, pero casi) llegué a casa y me encontré el
primer libro, con su preciosa portada, posado en el mueble del pasillo. Fue un
regalo de mi madre, que esperaba que me gustase, ninguna sabíamos en ese
momento lo que iba a significar.
Recuerdo que, al empezar a leerlo, me quedé enganchada. La
historia comienza con un suspense increíble, como en un thriller, y, cuando ese
thriller decae, tú ya estás enganchado a la historia, y no la quieres soltar.
Pocas veces soy capaz de acordarme con tanta exactitud de mis sentimientos al
comienzo de un libro.
Desde el momento en que lo abrí, no pude volver cerrarlo. Realmente
me enamoré de la historia, de toda ella, y cada frase, cada capítulo, aumentaba
mi pasión. Creo que nunca había sentido nada así por un libro, por una saga, y
eso la convierte en algo increíblemente especial.
Fue la primera serie que se coló en mi corazón y, lo más
importante, que se quedó para siempre ahí. Cuando ahora abro cualquiera de los
libros, puedo experimentar todo lo que sentí la primera vez que los leí. Es
algo indescriptible, ni siquiera soy capaz de definirlo, como pasa con el amor.
Sólo sé que en este momento, mientras escribo estas palabras, siento que puedo
echarme a llorar de la emoción… yo creo que eso ya dice bastante, ¿no?
Siempre hablo maravillas del mundo de Harry Potter, pero el
de Memorias de Idhún no se queda atrás. Es muy amplio, con muchísimos detalles,
datos y razas increíbles y originales con nombres tan extraños que a veces
no se pueden ni pronunciar. Siempre me ha impresionado la imaginación que
tienen algunas personas, capaces de crear mundos fantásticos de la nada;
suficientes para establecer el pasado y las leyendas de todo un universo;
capacitadas para dar vida a decenas de personajes únicos y con el talento necesario
para hacer todo eso creíble, para conseguir que no sólo leas la historia… sino
que también la vivas. Laura Gallego me parece mágica, admirable, por haber
logrado todo a ello, por haberme hecho querer a su historia, a sus criaturas y
a sus personajes.
.jpg)
Bueno, a todos menos a uno. Como algunos ya sabréis, Kirtash
no me cae bien, en absoluto, aunque creed que he intentado apreciarle en más de
una ocasión. Desde el principio me marcó, aunque para mal, llegando a un punto
en que su simple aparición en el texto me ponía de los nervios, y bastante de
esa aversión sigue presente en mí todavía hoy. Jamás he sentido algo parecido
por un personaje, así que supongo que Kirtash también es especial… hasta cuando
Laura la lía conmigo lo hace bien, ¿verdad que es increíble?
Con el tiempo llegué a tolerarle, sin embargo. Al final de
la saga ya no me enfermaba verle rondar por las páginas
y aprendí a aceptarle.
Que no me caiga bien no significa que no entienda y sienta que es necesario
para completar la gran obra que es Memoria de Idhún; sin él, las cosas no
serían las mismas, y soy consciente de ello. Por último, y aunque me cueste,
admito que es un personaje increíble, tremendamente complejo e interesante, uno
de los más singulares que he conocido.
Como contraste, quiero hacer mención a Jack. Jack es… es
maravilloso para mí; y podréis decir que es celoso, inmaduro y todo lo que
queráis, pero como en esta historia todos tienen defectos, él no podría ser
menos y, además, creo que su evolución es increíble, una de las mejores y más
notables de toda la saga. Siempre me ha caído bien, fue algo instantáneo, desde
las primeras páginas de “La Resistencia”. Es mi ojito derecho, no le tengo
tanto cariño a ningún otro personaje de la serie, y seguramente a ninguno de
cualquier otro libro… Jack para mí es muy especial.
.jpg)
Y no sólo porque me caiga bien, o porque fuera el primer
“novio literario” que tuve. Durante toda la saga, yo era como él; siempre le he
comprendido, y siento que mi opinión sobre la Tríada ha ido evolucionando a la
par que la suya, si no se mostraba él más maduro. Lo que sentía y aprendía lo
adquiría yo; cuando su visión de lo que le rodeaba cambió, la mía en cierto
modo también. Jack para mí es un “novio literario”, para que negarlo, pero
también lo siento como un cómplice, como un gemelo, como un “otro yo”... algo
mucho más grande que un amor platónico. Es uno de los personajes que más me han
importado, qué más me han marcado. Yo… yo quiero llorar otra vez.
Adoro Memorias de Idhún, con toda mi fuerza, con todo mi
corazón. Es una obra única y especial, nada parecida al resto de libros que he
leído. Absolutamente brillante, absolutamente maravillosa, absolutamente
mágica… Por muchos libros que lea, esta historia siempre tendrá un lugar de
honor en mi colección. Gracias, Laura; gracias por hacernos soñar; por hacernos
vivir esa maravillosa aventura que se esconde entre tus páginas; te queremos.
Feliz décimo aniversario.