Antes de que leas esto, quiero hacer constar que ninguno de los personajes que aparecen en este texto me pertenecen. Todos ellos son propiedad e invención de J.K. Rowling y se encuentran en su serie de novelas Harry Potter. También el escenario en el que se desarrolla la acción es suyo, en mi intento por permanecer lo más fiel posible a la serie.
En este escrito he querido plasmar mi particular visión sobre los primeros minutos de Severus Snape tras su muerte, la cual se produce en la séptima entrega de la saga.
En un instante, Potter dirigió sus ojos hacia él. Esos ojos
verdes idénticos a los de ella, esos que tanto había querido, que destacaban en
su rostro en un intento por disimular el enorme parecido que guardaba con el de
su padre, que le hacían sentir que todavía quedaba algo de la mujer que amaba
en este mundo.
Los ojos de Lily.
Y después, nada.
Pero seguía pensando, seguía sintiendo. Sin embargo, estaba
seguro de haber muerto, de que esa serpiente había acabado con él. ¿La muerte
era así?
No abrió los ojos, no quería abrirlos. Con un alma tan
dañada como la suya, el lugar donde estaba no podía ser agradable. Notó su
desnudez y no quiso encontrarse así, inmediatamente sintió cómo una túnica
cubría su cuerpo.
Bueno, al parecer todavía tenía privilegios.
-
Has sido muy valiente, Severus.
Abrió los ojos. Sobre él, la mirada azul de Albus Dumbledore
le observaba agradecida y triste. Recordó su último encargo.
-
El chico, Potter. Los recuerdos, le di mis
recuerdos…
-
Lo sé, lo sé. Lo has hecho muy bien, Severus. Gracias
a ti, Harry sabrá que hacer. Te estoy realmente agradecido, y lo siento mucho, las
cosas no deberían haber salido así.
-
Era una posibilidad, debí haber estado más
preparado para reaccionar ante ella, pero ahora no importa. Ahora tiene que
preocuparnos lo que haga el chico, si todo esto ha sido en vano…
-
No lo será, tranquilo. Harry es inteligente y ha
demostrado en varias ocasiones su valor, te aseguro que ninguna muerte y
sacrificio habrán sido en vano. Tras esta noche, el mundo mágico podrá vivir en
paz.
Vivir en paz… se incorporó y miró a su alrededor, buscando
hacerse una idea del lugar en el que estaba: todo lo que le rodeaba era blanco;
el suelo, porque sobre algo estaba apoyado, apenas se distinguía de lo que se
le antojaban paredes, cubiertas de una especie de neblina.
-
¿Dónde estamos?
-
Ojalá lo supiera, viejo amigo. Simplemente
estamos muertos. Ignoro cómo se llama este lugar, así que podemos nombrarlo
como quieras.
-
¿Estamos solos usted y yo?
-
¡Oh no, para nada! – su risa no había cambiado
ni un ápice – Aquí venimos todos. Todos los que hemos sido abrazados por la
muerte, desde la primera criatura que existió, muggles y magos, estamos aquí.
No nos vemos todos, claro, pero tampoco nos organizamos en habitaciones, aquí
el tiempo y el espacio no existen, mi leal amigo, te acostumbrarás a ello.
Costaba asimilar sus palabras. Significaban que ahora estaba
con su familia, con la que nunca había sido feliz; con la gente que había
asesinado y visto morir siendo Mortífago; con Pettigrew y Black; con Potter.
Con Lily.
¿Era posible?
-
Lily… Ella… ¿También está aquí?
-
Pues claro que sí, Sev. ¿Cómo no iba a estar?
Su voz sonó en sus oídos como un canto de sirena. Llevaba
años sin escucharla, y seguía tan hermosa como siempre la había recordado:
dulce y clara.
Se volvió hacia el lugar donde la había escuchado, justo
detrás de él. Temblaba, temiendo que su imagen desapareciera en la neblina como
una ilusión, que Dumbledore le hubiera mentido, aquello no podía ser real…
Pero allí estaba ella, arrodillada para encontrarse a su
altura. Su cabello rojo oscuro caía sobre sus hombros ocultando su pecho; su
pálida piel se mezclaba con la túnica impolutamente blanca que vestía; en medio
de su rostro lucían sus ojos, verde esmeralda, tan bellos como siempre habían
sido, el cariño brillando en ellos. De hecho, toda ella daba la impresión de
brillar, como un ente hecho de luz, toda magia y pureza.
-
Gracias, por cuidar de Harry, por todo. Has sido
realmente muy valiente.
Sin palabras, la abrazó. Su pelo conservaba su olor, su
cuerpo su calor. La tenía en sus brazos, de nuevo, sólo pensaba en ello y a la
vez no podía pensar en nada. La estrechó con fuerza, con toda la que fue capaz,
ojalá nunca acabara ese momento.
-
Creí que nunca volvería a verte…
-
Lo sé.
-
Lo siento mucho, lo siento tanto… Lo que hice,
lo que dije…
-
No te preocupes, de verdad. Todo está olvidado,
tienes mi perdón, te lo has ganado con creces.
-
Oh, Lily…
Ella se apartó para mirarle a la cara, su sonrisa era amable
y acogedora, y era para él. Hasta que no le secó una lágrima, no supo que había
llorado; sólo cuando le apartó un mechón negro de la cara comprobó lo mucho que
le estorbaba en su bella visión.
Le besó en la frente, se sintió inmensamente feliz.
-
Bienvenido, Sev.
Emotivo homenaje a la saga y a algunos de sus carismáticos personajes. Me a gustado mucho recordarla y adentrarme de nuevo en ese mundo.
ResponderEliminarGracias :) A mí también me gusta mucho rememorar el mundo de Harry Potter.
Eliminarhogwarts will be always there yo welcome you home
ResponderEliminarOjalá, cariño... ¡no quiero ser muggle!
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