domingo, 6 de septiembre de 2015

Just Smile (III) y participo en un nuevo sorteo.

¡Hola mis niños! Hoy vengo con otra entrada de Just Smile y, ya de paso, os hablo de un sorteo al que me he apuntado in extremis, ya que acaba el diez de Septiembre. Vamos por partes.

JUST SMILE


Just Smile es una iniciativa creada por el blog Corazón de tinta. Consiste en, cada Domingo, nombrar algo bueno que nos haya pasado cada día semana.

LUNES Quedada bloguera para ir de ruta de librerías. Llego a tiempo para comprar 4 libritos nuevos.

MARTES Tomo un batido de fresa en un bar que tiene el suelo cubierto de arena de playa.

MIÉRCOLES ¡Ya tengo la peluca de mi cosplay para el Expomanga de Septiembre! Voy de Minene (Mirai Nikki), la chica de abajo. Va a quedar bastante close enough, pero va a quedar.


JUEVES Me llega a casita un paquete. Es Betwixt, un libro que compré en Amazon y el primer libro que lea en inglés teniendo en cuenta que esos libros para aprender a leer en inglés del colegio no valen. Además voy a cenar con mi novio.

VIERNES Avanzo bastante con Betwixt y me entero de la gran mayoría de las cosas.

SÁBADO Veo dibujos de Cris Ortega, y son puro amor.



DOMINGO Descubro una nueva artista llamada Shawna Erback, sus dibujos también son mágicos.



SORTEO
Bien, pues el sorteo al que me he apuntado ha sido creado en el blog Stardust, y sortea 15 euros para gastar en una tienda de material escolar llamada Material Escolar, pudiendo elegir los productos el ganador. Acaba pronto así que, si os animáis, daros prisa.




Y eso, es todo por hoy. Mañana seguramente más. ¡Sed felices y un besito!

sábado, 5 de septiembre de 2015

Con tan sólo un botón.

La gente alrededor, generalmente, vive feliz con su vida. La mayoría no tienen grandes responsabilidades: llevar pronto a la gente que se sube en su taxi, abastecerse del suficiente alimento para sus clientes, hacer bien las cuentas de la empresa… no son presiones demasiado grandes comparada con la mía, con la que existe en mi profesión.
Pulsando un solo botón, yo puedo destruir toda la ciudad.
Es un botón grande, rojo, situado en la sala principal del Centro de Control de Población. Está bien protegido, encerrado en una fuerte vitrina que sólo puede ser abierta mediante la identificación de la huella dactilar del interesado; nadie quiere que sea pulsado por accidente, es demasiado peligroso.
Pero está allí, a pesar de todo, y todavía no entiendo muy bien por qué. Se supone que es para emergencias: una horrible epidemia, una guerra civil, el hecho de que la ciudad se convierta en un peligro para el resto del mundo… Se supone que, ante esas circunstancias, es justificable hacer cenizas la ciudad, pero yo no puedo compartirlo aunque lo intente.
¿Quiénes nos creemos para decidir así sobre la vida de cientos de inocentes?, somos personas como ellos, sus vecinos, sus amigos. Yo no soy más importante que aquel que observa las fluctuaciones de circulación al otro extremo de la sala, y los dos juntos sólo somos dos muchachos sin nada a destacar… Sin embargo, los dos podemos destruir nuestro pueblo si queremos.
Con un botón, un solo botón. Enorme, rojo, en medio de la sala… al alcance de cualquiera.
A veces tengo pesadillas, a veces pienso en eso y no puedo dormir. En mi ciudad estallando, volando por los aires y destruyéndolo todo por un simple toque. En mis pesadillas soy yo quien lo diseña, quien lo construye y lo instala, y el botón palpita y se ilumina llamándome, tentándome cada vez más… hasta que me acerco a él con el dedo extendido frente a mi rostro, que lo contempla todo horrorizado, sin poder hacer nada.
Es terrible vivir así, sabiendo lo que esconde el Centro. Nadie lo sabe: el taxista, la cajera, el contable… ellos no saben lo que pasa, la existencia de esa arma sin razón de ser que guardamos a la vista de todos aquí. Si lo supieran…, si al menos lo sospecharan, no puedo imaginarme que ocurriría.

Porque en esta habitación, donde debemos proteger y controlar su vida, tenemos la posibilidad de hacer todo lo contrario. Podemos ponerlos en peligro, podemos hacerles daño, podemos destruirlo todo… con tan sólo un botón.

jueves, 3 de septiembre de 2015

Brindemos por ella.

Quiero brindar por ella, por Minea.
Algunos de vosotros no la conocéis, otros pocos no la recuerdan, pero quienes la conservamos en la memoria sabemos quién fue, lo que hizo, por qué todos le debemos la vida.
Ella escapó con nosotros de la Ciudad, pertenecía al grupo de rebeldes que nos ayudaron a huir. Era valiente, inteligente e increíblemente astuta, y poseía una belleza y una simpatía que le otorgaba la confianza de cualquiera que la conociera. Cuando la conocimos se había convertido en la mano derecha del dirigente del grupo, escalando por encima de muchos otros, pero aun así todos la querían.
El día que escapamos, y durante todo el largo viaje que tuvimos que realizar, ella y su equipo siempre nos protegieron. Continuamente limpiaban nuestro camino, eliminando obstáculos por delante y controlando a la vez nuestras espaldas; planificaban cada paso y movimiento previamente, con cientos de planos que nunca habría imaginado y estudiando cada opción; en los descansos nos enseñaban a luchar, a cazar, a defendernos. Parecían tenerlo todo controlado, iba a ser una travesía segura.
Hasta ese día.
Pasaba poco del mediodía, acabábamos de terminar la comida y reanudábamos la marcha. Recuerdo cómo el sol se colaba entre las ramas de los árboles, iluminando el verde que nos envolvía a cada paso; recuerdo que el olor a carne quemada de la comida todavía nos perseguía, inspirando bromas y comentarios al respecto; recuerdo a Minea charlando alegremente al comienzo de la comitiva, al lado de mi hermano. Reinaba la paz.
Pero entonces escuchamos los aullidos, potentes y temibles. Se escuchaban hacia delante, bloqueándonos el camino, y dado que internarse en la vereda de los bosques de Thurn era poco menos que un suicidio, concluimos que la única solución era volver sobre nuestros pasos.
Minea, sin embargo, se quedó donde estaba. No se movió, no hizo caso a nuestras llamadas, ni siquiera parecía vernos, perdida en sus pensamientos. Por fin reaccionó, con una sonrisa triste extendiéndose hasta sus ojos.
- No servirá, y vosotros lo sabéis – se dirigió a su grupo, a los rebeldes, que agacharon la cabeza al momento, como reconociendo la dura realidad – Estos lobos están preparados para cazar, para matar, y no permiten la posibilidad de que su presa se escape. ¿Creéis que no habrá más de ellos detrás, esperando a que huyamos por la única vía que vemos posible?, son demasiado inteligentes, lo tienen previsto. Ir hacia atrás es una muerte segura. Nuestra única posibilidad es distraerles para que se olviden del grupo el tiempo suficiente.
Sobrevino un silencio incómodo entonces. Ninguno de nosotros sabía qué era aquello que podríamos sacrificar para huir, o no queríamos saberlo.
- Yo me ofrezco para ello – exhaló un suspiro antes de continuar, sé que ofrecer esa frase no fue fácil para ella – Me ofrezco como distracción. Seré una presa fácil e intentaré distraerlos el tiempo suficiente para que podáis huir.
- No te lo permitiré, Minea. Sabes que probablemente no volverás – el jefe de los rebeldes, Donner, saltó hacia adelante, en un intento desesperado por proteger a su compañera.
- Tienes una idea mejor, ¿acaso? – no la tenía – He de intentarlo, al menos, no tenemos otra opción. Les distraeré, sola o acompañada, pero no voy a permitirme dejar escapar la única oportunidad que tenemos de formar nuestra propia comunidad, esa por la que tanto hemos luchado.
Tras unos instantes, tres rebeldes más optaron por acompañarla, y comenzaron a caminar hacia atrás, para que los demás pudiéramos continuar el camino.
- Nos iremos hacia el Oeste. Dejaremos que los lobos nos sientan y echaremos a correr, haciendo que nos vean como presas fáciles, los que hay delante deberían de dirigirse en nuestra dirección también, para asegurarse al menos de cazarnos a nosotros. Cuando sus aullidos dejen de escucharse, quiero que corráis más rápido que nunca, no sé cuánto tiempo podremos distraerlos. Si sobrevivimos, nos encontraremos en nuestro destino – Donner lanzó sus últimas indicaciones mientras se alejaba, y todos los demás asentimos en señal de acuerdo.
El plan funcionó, y tras un par de minutos, los aullidos dejaron de rodearnos. Echamos a correr como alma que lleva el diablo, todos juntos, dos personas subidas en cada caballo para que nadie se quedara atrás. Avanzamos hasta el anochecer, hasta que encontramos un refugio al pie de un monte y nos juzgamos a salvo. Entonces, decidimos esperar.
Aguardamos hasta buena parte de la mañana siguiente, y entonces concluimos que no podíamos abandonar a nuestros amigos a su suerte si aún existía la posibilidad de que siguieran vivos. Contrariando las órdenes implícitas de Donner, algunos de nosotros crearon un equipo de búsqueda y fueron en su rescate, los demás acordamos esperar.
Volvieron al alba, con tres heridos a su lado. Minea venía con ellos, pero muerta.
Nos contaron que los lobos la habían elegido a ella como la presa más débil, que gran parte de ellos se habían abalanzado sobre ella nada más internarse en la vegetación, era prácticamente imposible huir de aquello. Sin embargo, pudimos observar que aún poseía todos los miembros, estaba entera, su piel, únicamente doliente de varias heridas profundas. Parecía que la habían respetado por su valor, por su sacrificio… o quizá era signo de una inquietante muestra de psicopatía, pero preferimos no pensar en aquella posibilidad.
La enterramos como la heroína que era, al pie de un fuerte árbol, en una ceremonia improvisada y sentida, y prometimos lograr el objetivo por el que se había sacrificado. Tras meses de viaje alcanzamos esta zona y establecimos nuestra comunidad, que ha crecido durante decenas de años hasta el día de hoy, hasta encontrarnos aquí, todos juntos.
Nada de esto hubiera sido posible sin ella, sin su iniciativa y su valiente decisión. Esta comunidad no existiría, nosotros no existiríamos, seguramente todos le debemos la vida.
Y por eso brindo por ella, por Minea. Acompañadme.


martes, 1 de septiembre de 2015

Book Tag: Pusheen

¡Hola mis niños! Hoy os traigo un Book Tag  que vi en el blog La vida en las páginas y es originario del canal de Victor Casas.


Sé que hace relativamente poco hice otro Tag, el del cuerpo humano, pero es que GATITOS, TENIA QUE HACERLO, ¡SON GATITOS MONOS! ¡AAAAAAAHHHHH!
Bueno, ya podéis imaginarme al ver el Tag, en seguida me lancé a preparar la entrada y finalmente aquí está.

ANGRY PUSHEEN: Un libro que te haya decepcionado
El lamento del océano. Me lo regalaron hace un par de Navidades y, aunque me gustó, esperaba bastante más de él.



POPCORN PUSHEEN: Un libro cuya adaptación cinematográfica te haya gustado mucho o cuya adaptación estés esperando con ansias
Sinsajo. Obviamente, como casi todo el resto de fans, estoy deseando ver la película final de la saga de los Juegos del Hambre. Sin embargo, respecto a la polémica del retraso en el estreno, creo que puedo esperar una semana más sin ningún problema.



ASLEEP PUSHEEN: Un libro que te haya dejado sin dormir
No abras los ojos. Como todos los libros de esa saga, este es un libro genial y me tuvo enganchada de principio a fin.



HI PUSHEEN: Primer libro que leíste sin que fuera para la escuela
Kika Superbruja. A mí me han educado para que me gustara leer, por decirlo así, de modo que no tengo ni idea de cuál sería el primer libro... pero leí los libros de Kika Superbruja cuando era pequeña, así que valen como opción.



UNICORN PUSHEEN: El universo que más te haya gustado de un libro

Aquí me pillan, porque no sé si prefiero Idhún o el mundo de Harry Potter... Hoy diré que Idhún, porque me encantaría ir de vacaciones por allí, sería muy genial.




READING PUSHEEN: Libro que más tardaste en leer
Trono de Cristal. Es el último que he tardado bastante en leer. Si he de ser sincera, aunque me gustó mucho a veces se me hizo un poco cuesta arriba. Además me propuse hacer otras cosas durante el día además de leer, y eso retrasó la lectura.



LAZY PUSHEEN: Un libro que quieres leer desde hace mucho tiempo pero aún no has tenido la oportunidad
Si decido quedarme. Al final entre unas cosas y otras nunca me hago con él, a ver si cae pronto.




Y eso ha sido todo por hoy. Un besito mis niños, ¡sed felices!