viernes, 17 de julio de 2015

Mi cita preferida: Asúmelo.

“Siempre he creído que el arrepentimiento es el analgésico de los moralistas y el anestésico de los cobardes”
Risto Mejide. El pensamiento negativo.


Hoy vengo hablaros de mi cita. Esa frase que te hace pensar, reflexionar, y que seguramente se quedará grabada en tu mente para siempre. Para algunos quizá sean frases positivas, claramente alentadoras, o eso es lo que pienso en mi segura ignorancia.
En fin, esta es la mía.
Claramente, hay más. Yo también adoro las frases románticas y aprecio en mucho cualquier tipo de consejo y de reflexión, no os vayáis a pensar que menosprecio a las demás comparadas con esta. Miles de frases me han hecho pensar y me han ayudado en los malos momentos: frases quizá tontas, frases que para otros pasan totalmente desapercibidas, de echo una está sacada de Lovely Complex, pero está es especial. Quizá es que es la primera, quizá me marcó más, pero de ella saco una gran lección, en mi opinión, y hoy quiero contárosla.
Obviamente es MI lección. Seguramente Risto Mejide no lo vea así, seguramente no lo escribió para que yo sacara conclusiones, seguramente lo que he aprendido de ella no es lo que él quería enseñar, si es que quería hacerlo. Sin embargo, alguna vez he oído eso de que cada uno interpreta un escrito como quiere aunque no sea su significado original, y me voy a aplicar el cuento.
Afronta las consecuencias: eso es, en gran medida, lo que yo saco de aquí. Todos hemos pasado momentos en la vida en los que nos hemos equivocado, o creemos haberlo hecho; el “y si...” ha rondado miles de veces por nuestras cabezas y, seguramente, nos hayamos arrepentido de una acción cometida.
Pero el arrepentimiento no sirve para nada, sólo es un sentimiento que nos reconcome por dentro y no nos ayuda en absoluto. Te hace sentirte mal, te duele y no va a cambiar, en absoluto, tu situación. Entonces, ¿para qué conservarlo cerca?
No te limites a arrepentirte, no germines ese sentimiento en tu interior hasta que crezca y te ahogue. Si puedes cambiar lo que has hecho, si puedes hacer algo para mejorar lo que has roto entonces hazlo, si de verdad quieres, y cambia el rumbo que has generado, no hay problema si todos los implicados en la situación aceptan modificar ese futuro, mejor para todos pues, ¿no?
Pero si no puedes, no vivas con ese mal.
Si es que has hecho malo y lo sientes, sabes que te has equivocado, perfecto. Eso significa que tienes moral, empatía, como tú lo llames, y que has aprendido de tus errores, pero no tiene sentido que pases toda tu vida dándole vueltas hasta que no puedas sonreír.
Y si no ha sido malo como tal, pues mejor me lo pones. Entonces tiene incluso menos sentido que te arrepientas, no es bueno pasar tu vida pensando: “no debí haberlo hecho, ahora esto sería diferente si no hubiera tomado esta decisión...”.
Simplemente, levanta la cabeza y asume las consecuencias que vengan, con valor y dos cojones, si me permitís la expresión. Total, no puedes cambiarlo, ¿qué otra te queda? Seas quien seas, serás lo bastante fuerte como para levantarte, así que asume las consecuencias de tus actos, porque de todos modos tampoco te queda otra, así que mejor que lo encares como merece.
Y ahora, antes de terminar, quiero resaltar algunas excepciones y lagunas legales, que con esas mal vamos y quiero evitar las que se me ocurren ahora, por si acaso.
Punto uno: Vamos a ver, por ejemplo, matar a alguien no es algo que te quites de la cabeza fácilmente, e incluso para muchas personas, incluida yo, es una falta de respeto que trates de pasarlo por encima como si nada, con asesinos sobre todo, sobre eso tengo mucho que decir y nada bueno. No soy una persona insensible, absolutamente para nada, y sé que hay casos en los que esta lección mía no tiene sentido alguno e incluso puede ser reprochable.
Punto dos: Que tengas que afrontar las consecuencias no significa que no puedas quejarte. Todos tenemos el derecho a desahogarnos, y decir que algo nos molesta, en mi opinión, no es incompatible con afrontar esa molestia y seguir adelante.
Hasta aquí las lagunas que se me ocurren, y seguro que hay más que aclarar, no estoy del todo segura de haberme expresado como quería. De todos modos, cualquier polémica que pueda surgir en los comentarios la discutiré y trataré de resolverla, ya que a eso me arriesgo. Cumpliendo mi propio consejo, asumiré las consecuencias de la publicación de esta entrada.
Hasta aquí por hoy, mis niños, espero haberme expresado bien hablando de lo que significa esta cita para mí.

Un beso.

2 comentarios:

  1. La verdad es que yo soy de esas personas que cuando hacen algo mal, le dan muchas vueltas a esas cosas, pensando cómo podría haber sido diferente, pero ya llega un momento en el que lo dejo. Me doy cuenta de lo absolutamente inútil que es seguir dándole vueltas, aunque eso no significa que lo olvide.
    Un beso :)

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    1. Yo también tiendo a hacerlo, pero no me parece bueno, por eso me esfuerzo en aplicarme el cuento.
      Ahora mismo me está ayudando mucho a superar una situación un poquito delicada que estoy pasando.
      Un beso :)

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