sábado, 25 de abril de 2015

Lo que necesitaba.

Yo soy la de la eterna tristeza.
La que no dice nada, la que no confía en nadie. La que se guarda sus penas para sí misma.
La que ya se ha acostumbrado a llorar, y hace mucho que dejó de hacerlo con la cara descubierta.
La que es de acero, porque todas sus desgracias la han obligado a serlo.
La que nunca puede más, hasta que un nuevo golpe la convence de lo contrario.
La que tiñe de sombras su mundo, la que ya no puede sonreír.
Yo soy aquella que vive en la oscuridad.
Y por eso me enamoré de ti.
Porque tú eres el único que consiguió atravesar el muro que me guarda.
Porque contigo cada vez lloro menos, porque ya no oculto mis penas.
Porque me demostraste que no tengo que soportar más, que ya he tenido suficiente, que puedo dejar de forzar mis límites.
Porque eres refugio, eres amor, eres la paz y serenidad que tanto he buscado siempre, y que nunca había encontrado.
Eres la luz en mi mundo, las palabras alegres, las sonrisas que oculto al mundo.
Eres todo lo que necesito, encerrado en una persona.
Eres mi salvación.
El color que devolvió la vida a la hija de las sombras.

Te amo.

4 comentarios:

  1. Este relato se divide en dos partes. La primera para describir como es ella y lo que le sucede, y la segunda, para hablar de su salvador, ese alguien al que aferrarse.
    Me ha gustado lo de la hija de las sombras.
    Saludos.

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    1. Gracias, a veces me sale la vena poeta, aunque no es mi estilo.
      Saludos.

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  2. Es muy bonito, Irene ^^ La verdad es que empecé a sentirme un poco identificada (hasta cierto punto, tampoco estoy tan mal), pero es muy bonito, de verdad que sí :)
    ¡Un beso!

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    1. Muchas gracias :)
      Jo, pobrecita, lo siento :(
      Un beso ^^

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