Imágen de Destiny Blue |
Es mi piel.
Aquí no vale.
Mira durante un momento a ese gigante gris, pero no puede soportar la vista de sus ojos acusadores durante mucho tiempo. Trata de resistirse débilmente - pero con todas las fuerzas que le quedan - manteniéndose inmóvil, sin obedecer la orden, pero como él hay muchos gigantes más a su alrededor, y crecen sin parar elevando sus cuerpos sobre ella, hasta que el cielo ya gris se torna insoportablemente oscuro.
No se atreve a volver a alzar la mirada y, cabizbaja, comienza a retirarse aquel atuendo que trata de adherirse a ella, se resiste a separarse, ya que forma parte de su ser.
Comienza con la cabeza, y los rizos rosados de su cabello dejan paso a una pálida e inerte melena rubia; lo desprende de su torso, y las ondas psicodélicas son sustituidas por un triste traje con corbata; las zapatillas brillantes se apartan para permitir vislumbrar unos zapatos de tacón tan negros como los de los demás.
Finalmente, su piel cae a sus pies como un remolino de color. Ahora ella es gris, pálida y, aunque aún pequeña, encaja perfectamente entre los seres que la rodean.
Levanta la vista tímidamente hacia el gigante, él la sonríe con aprobación.
Hola! Un texto muy real. Muestras perfectamente como a veces el poder de lo demás acaba por destrozar a las personas con personalidad que se atreven a ser ellas mismas.
ResponderEliminarHe llegado hasta aquí respondiendo comentarios pendientes de mi web :)
Besos.
Es muy bonito, aunque muy triste. Y por desgracia, muchas veces cierto, lo que lo hace aún más triste.
ResponderEliminarGenial como siempre ^^
¡Un beso!