Todo ocurrió sin darme cuenta.
No lo planeé, ni siquiera sé cómo pasó… Sólo recuerdo que él se me abalanzó, sólo
recuerdo el miedo. Tenía que defenderme, y lo único que encontré fue aquel
cuchillo.
No pensaba. Me sentía rara, como en trance; ni siquiera fui
consciente de mi mano moviéndose, no me di cuenta de sus lamentos y sus
desesperadas amenazas. Únicamente volví a la realidad cuando sentí su sangre en
mis manos, cuando ya no había vuelta atrás.
Apenas podía verle, cubierto de tanta sangre; de pronto no
conseguía ubicarme en aquel salón en el que alguna vez había sido feliz. Sentí
cómo la mesa me acusaba, cómo las fotos me observaban con una horrorizada
tristeza. No podía quedarme allí.
Y hui.
Escapé de su cuerpo sin vida, de aquella escena que había
creado guiada por el pánico. Hui de la muerte, de aquel ambiente que jamás
podré olvidar. Sólo me fui, y no he vuelto.
No puedo volver, necesito una nueva vida. Una página en
blanco alejada de la existencia que ya no puedo arreglar… una existencia
marcada por ese instante en el que el miedo avanzó por mí.
Me gusta, Irene ^^ Como siempre, la verdad ;)
ResponderEliminar¡Un beso!
Gracias :)
EliminarUn beso.
Me gusto bastante. Besos
ResponderEliminarGracias ^^ Besos.
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