viernes, 15 de enero de 2016

La princesa herida.

Nunca conoció el amor. Todos lo sabíamos, menos ella misma.
La pobre muchacha creía conocerlo, creía saber todo de él, pero no era cierto. Siempre sonreía al pasar, mostrando sus dientes blancos entre el rojo de sus labios. Sonreía con ilusión, con una inocencia que cada vez daba más lástima y menos ternura: sabíamos que aquel rostro radiante terminaría roto por el dolor, pero ella no se daba cuenta.
Siempre pensaba que el próximo chico sería el definitivo, pero nunca lo era.
Recuerdo la última vez que pasó, ella tenía 26 años. La encontré sentada en la acera, con el pelo empapado por la lluvia pegado al rostro y el maquillaje corrido. Nunca la había visto tan perdida, parecía una muñeca rota en medio de aquella gris ciudad.
La cogí de la mano y conseguí llevarla a mi casa. Caminando, no pude evitar fijarme en la falda arrugada y el botón roto de su camisa, que ella intentaba inútilmente ocultar. Habría querido preguntar por el desgraciado que le había hecho eso, aunque sólo fuera para conocer al hombre que ya odiaba, pero sabía que no debía hacerlo.
En la calidez de mi hogar traté de consolarla, de volver a sacar a la luz a aquella niña que dejó de ser hacia demasiado tiempo. La traté como un padre a su hija y le hablé como a una mujer, pero nada consiguió que la tristeza y el pesar abandonaran su rostro.
Durante el tiempo que estuvo conmigo se mostró ausente y reflexiva, con la mirada apesadumbrada de una virgen suicida. No entiendo por qué aquello no me preocupó más.
No habló durante las horas que permaneció allí, se limitó a mirar la ventana, a observar las luces de la ciudad envuelta en una manta que no le daba calor y sosteniendo una taza de chocolate que no había probado. Sólo abrió la boca una vez, justo antes de levantarse para irse. Recuerdo su sonrisa triste, la autocompasión en su mirada, recuerdo perfectamente sus palabras:
- Supongo que nunca tendré mi cuento de hadas, quizá debería dejarlo pasar, ¿no?
No atendió a mi respuesta de ánimo, ni a mi ofrecimiento de pasar esa noche en mi casa, hizo caso omiso a mis súplicas. Me prometió, me juró que estaría bien. No sé por qué tardé tan poco en creerla.
Antes de irse dudó, pero se despidió besándome en la comisura de los labios. Mi sorpresa aún me permitió escuchar un “gracias” antes de que se cerrara la puerta.
No volví a verla.
Me dijeron que lo hizo esa misma noche, horas después de marcharse. Al parecer una pobre chica la encontró allí, de madrugada.
Me contaron que dijo que estaba serena, sin lágrimas, con la misma triste sonrisa que me había dedicado antes de salir de mi casa. Se había vuelto a pintar los labios, dijo que eso le llamó la atención, e iba descalza, con los dedos de los pies aferrados a la barandilla del puente.
También dijo que ni siquiera la miró cuando intentó que bajara de allí y pisara tierra, que siguió con la mirada fija en el río mientras ella se ponía cada vez más nerviosa, casi sin saber qué hacer. Dijo que cuando por fin se dirigió hacia ella sintió un rayo de esperanza que se esfumó muy pronto:
- Diles que lo siento – le pidió, y saltó.
Así desapareció nuestra desdichada princesa, comida por las aguas de un río que sentía tan poco por ella como todos los amantes que había tenido.
Yo no pude seguir viviendo en mi casa, atormentado por la idea de lo que pude hacer y no hice. Me marché y ahora estoy aquí, contando la historia de la pobre mujer que nunca conoció el amor.
Espero no ser el único, quiero pensar que los que la conocieron hacen como yo. Ojalá su memoria, al menos, no sea olvidada.

8 comentarios:

  1. Es una preciosidad y un horror, la verdad. Me ha gustado mucho pero es súper triste.
    Un beso :)

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Muchas gracias ^-^ Ya, me ha quedado bastante dramático al final.
      Un beso :)

      Eliminar
  2. A mí también me ha gustado mucho, me gusta el estilo narrativo, sigue así ;)

    ResponderEliminar
  3. qyue triste >.< y la imagen un tanto perturbadora! etsa genial!
    soyy nueva seguidora!
    besitos <3

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Una imagen triste y perturbadora para una historia triste :) xD
      Muchisisisisimas gracias :D :D
      ¡¡Besos!!

      Eliminar
  4. Jop qué pena T.T gracias por el relato <3

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Tiendo a las historias dramáticas y no sé por qué... :/
      Gracias a ti por pasarte y comentar :)

      Eliminar