Los pies me duelen y ya no me apetece caminar más, pero
tengo que hacerlo.
Es noche cerrada y, aunque no hace mucho frío, el viento
sopla con fuerza y me golpea y molesta. No quiero tener que dormir en un banco,
hoy puede ser un infierno.
Pero, hasta ahora, bancos son todo lo que he visto. Parece
que en este maldito pueblo no hay ni un rincón medianamente seguro para que un
vagabundo pueda descansar tranquilo. Por lo que veo, esta gente vive en un
sitio a prueba de pobres.
Pues nada, felicidades.
Espera, creo que allí al fondo hay algo. Son las ruinas de
un castillo, o algo así, solo hay unos cuantos arcos y algunas murallas, pero
seguro que bloquearán bien el viento. Espero que nadie lo esté usando de sala
de fiestas, o de picadero.
Perfecto, no hay nadie. El lugar está vacío y es más
acogedor de lo que pensé al principio: las murallas son gruesas y bastante
altas y los arcos son realmente bonitos. El rincón de ahí parece muy calentito,
ya tengo cama. Que me envidien los del pueblo: yo también tengo donde dormir y,
además, la piedra me deja ver el cielo plagado de estrellas.
…
No sé a quién quiero engañar. Ahora estoy muy a gusto, pero
daría mil vistas como esta por tener una cama de verdad y una llave con la que
abrir la puerta de una casa, mía, si no es mucho pedir.
Estos pensamientos me deprimen y no quiero estar triste,
mañana saldré e intentaré buscar a alguien que acepte pagarme a cambio de hacer
chapuzas. La gente aquí tiene unos jardines horribles, esos matojos de la esquina
tienen mejor aspecto, quizá esta vez vaya la vencida… ¿no?
Ojalá lo supiera, ojalá alguien ahí arriba me mandara una
señal como diciendo “no te preocupes,
chaval, todo saldrá bien”. Me conformo con poco: que se caiga una piedra,
un soplo de viento, una estrella fugaz. Me da igual, solo pido una, una
pequeñita.
¿Qué es eso? No es posible. En vez de una estrella fugaz han
aparecido quinientas, el pedazo de cielo que veo desde mi rincón se ha cubierto
de ellas, como si todas las que estaban hubieran decidido moverse a la vez.
No me lo puedo creer, es maravilloso, gracias.
Esta es mi señal.
¡Hola Irene!
ResponderEliminarQuiero decirte que tu relato lo he nominado a la modalidad "Un asombroso relato" para el premio Maravillas en el país de las historias.
Pasa por tu premi aquí: http://bouofbrodreamshistories.blogspot.com/2014/07/premio-maravillas-en-el-pais-de-las.html
¡Felicidades por tu grandioso relato y por el premio!
PD: Te pido que lo des a conocer y que porfa me pases el link cuando hayas contestado las preguntas, me encantaría conocer que piensas sobre ello.
¡Besoos!
En esta historia te metes en la piel de un bagabundo, y nos muestras como ven ellos la vida.
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