El lobo perseguía a Caperucita, se la quería comer.
La vigiló y espió, siguiéndola a través del bosque, entre
los árboles. Estaba convencido de que no era peligrosa, una presa fácil, la
cazaría sin ningún esfuerzo.
Caperucita era menuda, de mejillas rosadas y labios del
color de las manzanas maduras. Caminaba con alegría y vitalidad, sonriente, y
los pueblerinos adoraban la inocencia y la ternura que reflejaba a su paso.
Pero bajo la superficie, se esconde la profundidad del mar.
El lobo encontró a Caperucita en el camino, saltarina entre
la vegetación, y lentamente, creyéndose astuto, se le acercó.
Era encantador: la sedujo con la mirada, la atrajo con sus
palabras amables y sugerentes, y la alejó de su camino, llevándola a un claro
gobernado por sombras verdes que envuelven con su misterio la intimidad. Caperucita
le siguió, contemplándole con curiosidad, aparentando ser la niña pequeña y
dulce que todos querían ver... cuando el ingenuo lobo dio la vuelta, una astuta
sonrisa iluminó su sombrío rostro.
El lobo guio a Caperucita, ella besó primero; el lobo
susurró palabras hermosas en su oído, ella le complajo con su sonrisa roja como la sangre; el lobo tuvo la
idea, ella tomó el mando. Para cuando él quiso cazarla, ella ya le tenía preso.
Volvió hacia el camino, sin mirar atrás, para no regresar,
sin volverse ante los suplicantes gemidos del animal herido.
Aquel que quiso devorarla, y que terminó con el alma hecha
añicos; aquel inocente y dulce cachorro que perdió su disfraz de depredador en
los brazos de una adolescente; aquel que ahora arrastra su cuerpo entre los
árboles, avergonzado, paseando su corazón roto entre las ramas caídas; aquel
que no supo ver la cara más profunda de la luna, esa a la que aúlla cada noche.
Esa que se esconde bajo su capucha roja, inteligente,
astuta, una cazadora que oculta su ser.
Así, Caperucita se comió al lobo.
Me ha gustado mucho, Irene, aunque al final el lobo me da hasta pena xD No soy capaz de decidir si se lo tiene merecido o no, aunque creo que me inclino más por el no...
ResponderEliminarUn beso ;)
Muchas gracias :)
EliminarBueno, se quiso comer a Caperucita, y ella es una femme fatale... era inevitable ;) ;)
Besos ^^
Que hermoso!!!
ResponderEliminarQue tengas un lindo día Irene! :)
Mil gracias ^^
EliminarIgualmente :)
Nunca te fíes de una niña inocente xD
ResponderEliminarAhora en serio, tiene un sentido metafórico, ¿verdad? No sé, yo se lo veo, por eso del corazón roto... Y de que sigue por ahí, entonces no se lo ha comido juejue :)
Me encanta cómo escribes, ¡sigue así!
Un beso <3
Nop ;)
EliminarSí, nadie se come a nadie en sentido literal jajaja.
Mil gracias ^^
Un beso.