Mírame como solo tú sabes, enamórame, haz que este momento
quede grabado en mi memoria.
Y haz que, cuando dentro de muchos años esté acostado sin
poder dormir en mi cama en un hostal de París, mire la luna recortada contra la
Torre Eiffel y al tratar de recordarte no pueda hacerlo. Haz que no pueda
recordar tus besos, tus caricias, ese lunar en el labio ni esos pendientes que
te gustan tanto; haz que no pueda recordar nada salvo este momento y sin
embargo, cuando acuda a este recuerdo, el único que me quedará piense:
"Dios mío, cómo pude perderla".
Microrrelato algo contradictorio diría yo. Pero que te hace pensar si algo así se podría conseguir. Interesante.
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