miércoles, 18 de junio de 2014

Gracias, tricampeones.

Bueno, pues ha perdido España. Se terminó, fin.
La selección que tantas alegrías nos ha dado, que tanto nos ha hecho sonreír y vibrar, ha caído donde nadie pensaba que iba a caer. Nadie se imaginaba esto, no tan pronto, y eso entristece a todos los españoles que gustan de ver y vivir estas cosas.
Se ha terminado un ciclo, y se ha terminado de forma brutal. “¿Por qué?”, “¿qué está pasando?”, “¿a qué están jugando?” son preguntas que han rondado en las cabezas de todos los espectadores en estos dos partidos que han bastado para mandarnos a casa. No hay manera de responderlas, hay cientos de teorías y sólo esos chicos que están sufriendo ahora en Brasil saben cuál es la correcta (si acaso).
Es deprimente, lo sé. Primero los jugadores y el equipo técnico; y después los aficionados que hemos sufrido, sonreído y vivido con la Selección estamos hundidos, tristes o como queráis llamarlo (yo personalmente estoy bastante desilusionada).
Como estamos así, ahora sólo vemos lo malo y las mil y una causas de la derrota resuenan en nuestros oídos. Mucha gente puede estar hasta enfadada, es comprensible, pero no hay que olvidarse de algo.
Estos jugadores que ahora criticamos, que no sabíamos a qué jugaban, nos han dado tres victorias consecutivas en Eurocopas y Mundiales. Nadie había hecho eso jamás, en toda la historia del fútbol, pero llegaron ellos y lo lograron.
Estos jugadores que ahora comparten con nosotros la cabeza gacha han bordado una estrella en nuestra camiseta. Una preciosa estrella dorada que significa que hemos ganado un Mundial, que hemos sido campeones del mundo.
Estos jugadores son los que nos han dado cientos de alegrías. Son los que nos han hecho vibrar, reír, abrazarnos y soñar. Son los que nos han hecho sentir esa ilusión tan especial, los que nos han hecho gritar por las calles y pitar las gugucelas en cualquier esquina. Los goles que han marcado han reverberado a la vez en toda España. Por ellos hemos llorado de alegría y nos hemos asado entre el sol y la multitud. Pocas veces hemos estado tan de acuerdo en algo como en los campeonatos que nos han regalado.
No debemos vivir en este fracaso, sino recordar esos magníficos triunfos. Tras hundirnos, debemos sonreír. No hay que criticar a estos míticos jugadores, hay que darles las gracias.
Gracias por todo lo que nos han dado. Gracias por estos seis magníficos años.
Gracias, tricampeones.






3 comentarios:

  1. Tienes toda la razón; no estaríamos tan tristes si previamente no hubiéramos ganado todo lo que hemos ganado y, ¿quién lo hizo posible? Ellos, con su esfuerzo y dedicación y, sí, estoy triste y algo enfadada por como han acabado las cosas pero, como dices, hay que recordar que ellos nos hicieron campeones del mundo y no podemos únicamente ver lo malo, porque hay mucho bueno que debemos ver.
    ¿Qué pudo ser mejor? Por supuesto, pero a saber lo que llevan tras de sí.
    Hay que estar orgullosos de ellos, aunque hubiéramos querido más porque han hecho lo que han podido.
    Un beso :)

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  2. Lo normal es que hubieran llegado a semifinales o como mínimo a cuartos. Yo creo que el motivo, por lo menos yo lo vi clarisimo, es que la mayoría de los jugadores habían llegado pasados de forma, con demasiados partidos en las piernas en un calendario demasiado ajustado por la celebración del propio mundial. Ya en la liga, se notó claramente, que los tres equipos principales de los que se abastecio la selección, perdieron muchos puntos en el último mes de liga, debido a la falta de forma de los jugadores.

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    1. Puede ser. Que hay algo que falló está clarísimo, eso no lo puede negar nadie, ni por asomo.
      Lo único que pienso es que la Selección nos ha dado muchas alegrías, y que no debemos ver sólo lo malo. Sobretodo a estas alturas pensándolo con frialdad.

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