miércoles, 4 de febrero de 2015

La dama del río.

Ella, la muchacha que vaga a solas por el bosque.
Con los pies descalzos, con la frente baja, cuidando de que todo esté bien.
Cuidando de la orilla, del agua que transcurre rauda por el río, de su pasión y su calma, del bien que le rodea; jamás dejará de hacerlo, jamás lo abandonará a su suerte, pues protegerlo es su deber.
Lo es desde que juró que nunca faltaría a su palabra; desde el día en que prometió que su existencia rondaría junto a la del río; desde el momento en que, fascinada por el rumor de las aguas, se ofreció a no descuidarlo jamás.
Ese día, su cuerpo pereció, fundiéndose con las cristalinas corrientes para no volver a aparecer; y su alma quedó ligada al elemento, vinculándose a él, por siempre unidos, hasta el fin de los tiempos.
La dama del río recorre el caudal, tranquila y pausada, lenta y sonriente. No tiene prisa, mientras observa el río con el cariño de una madre y el amor de la más entregada de las amantes.
No se arrepiente, jamás lo ha hecho y nunca lo hará; pues su corazón puro y entregado tiene una meta y un motivo, un deseo que jamás podrá verse relegado, pues ella lo prometió.
Y si alguna vez te la encuentras, si alguna vez se deja ver, siéntete afortunado. La dama del río cuidará también de ti, y te dotará del amor que alberga: ese que permite hacer sacrificios, ese que ahuyenta los males y destierra el mal, aquel que es puro y casto, que nunca padece.
Y, antes de desaparecer, sus ojos cristalinos se fijarán en ti, y sabrás que estás a salvo, que nada jamás podrá volver a hacerte daño.
No temas, viajero, pues la guardiana del río te protege.
Al igual que a la orilla, al igual que a su querido caudal.


4 comentarios:

  1. Siempre me han gustado esas ninfas, damas, diosas... o como cada uno se las quiera imaginar... de los ríos y lagos. Siempre que aparecían en las películas de fantasía, me fascinaban. Recuerdo una en concreto de la peli de Merlín.
    De hecho en el segundo libro de Érdwill tengo intención de iintroducir una de esas señoras, como un elemental del agua. Aparecerá en un lago, toda reluciente, luminiscente, y hecha de agua
    Saludos.

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    1. En realidad yo la concebía como un espíritu raro (extraño en mí, lo sé).
      Ala, me encanta la idea :D
      Saludos.

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